Uno de los brillos verdes más poderosos del reino animal no proviene de una luciérnaga, sino de los nidos de la avispa de papel asiática, algo de lo que nadie se había dado cuenta hasta ahora.
Un equipo de investigadores con miembros de la Sorbonne Université, la Academia de Ciencia y Tecnología de Vietnam y la Université de Paris, ha descubierto que los nidos de múltiples especies de avispas asiáticas muestran una fluorescencia verde brillante bajo una lámpara UV. Su hallazgo se publica en Journal of the Royal Society Interface, y se ha llevado a cabo en bosques tropicales de Vietnam del Norte.
La luz parece derivar de las proteínas de seda tejidas en capullos por las larvas de avispa (género Polistes) y es visible hasta a 20 metros de distancia.
“El resplandor puede servir como una señal de retorno para ayudar a las avispas diurnas a encontrar su camino de regreso al nido al amanecer y al anochecer, un momento en el que hay un poco de luz ultravioleta del Sol”, resume la revista Science. Algo así como un faro para encontrar el camino a casa.
Aunque hay otra teoría: que lo hagan para proteger a las larvas que crecen en el nido de la luz solar intensa.
Muchos tipos de animales muestran fluorescencia en partes de sus cuerpos, incluidos peces, escorpiones, camaleones y tortugas. Algunos son increíblemente llamativos en la oscuridad, como es la medusa arcoíris que, como su nombre indica, brilla en toda la gama de colores.