NEA Scout, la nave que viajará a vela hasta un asteroide y que la NASA lanzará de 'polizón' en la misión Artemis I
NEA Scout visitará un asteroide que se estima que es más pequeño que un autobús escolar, el más pequeño jamás estudiado por una nave espacial
La nave es del tamaño de una caja de zapatos pero la vela tiene las dimensiones de una pista de squash
La vela aprovecha los fotones que emite el Sol para navegar por el espacio como los barcos en el mar
El Near-Earth Asteroid Scout (NEA Scout) de la NASA, tiene el tamaño de una caja de zapatos y su misión será la de estudiar el asteroide más pequeño jamás visitado por una nave espacial. Su objetivo se llama 2020 GE, un asteroide cercano a la Tierra (NEA) que tiene menos de 18 metros de diámetro, el tamaño de un autobús.
Pero lo realmente sorprendente es cómo va a llegar la nave hasta allí. Emulando a los primeros navegantes de la humanidad el NEA Scout usará la navegación a vela y se impulsará con el viento, uno que procede del sol y que no está compuesto de aire sino de luz.
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La pequeña nave se ha colado, casi como su fuera un polizón, entre las diez cargas secundarias que se lanzarán en el que será el primer vuelo de prueba no tripulado de la misión Artemis I, el programa con el que la NASA pretende devolver a la humanidad a la Luna. El lanzamiento, que también servirá de test para el nuevo cohete SLS de la agencia espacial, no está previsto hasta, por lo menos, el próximo mes de marzo.
La del NEA Scout también es una misión pionera y una prueba de su tecnología de vela solar de cara al futuro. Desarrollada bajo la División de Sistemas Avanzados de Exploración de la NASA por el Marshall Space Flight Center en Huntsville, Alabama y el JPL, la NASA quiere estudiar este medio de transporte para usarlo en misiones de espacio profundo.
Una vela más delgada que un cabello humano
El concepto de vuelo del NEA Scout consiste en una nave muy pequeña impulsada por una vela muy grande. El artilugio, con todos sus instrumentos, es como una caja de zapatos, pero cuando unos mástiles de acero inoxidable desplieguen su vela, esta alcanzará una extensión de 86 metros cuadrados, similar a la superficie de una pista de squash.
La vela está hecha de una capa de aluminio recubierto de plástico más delgada que un cabello humano. Liviana y con forma de espejo generará impulso al reflejar los fotones solares, partículas cuánticas de luz que irradian del sol. La vela será la encargada de proporcionar la mayor parte de la propulsión del NEA Scout, aunque unos pequeños propulsores de gas frío con un suministro limitado de propulsor también la ayudarán con las maniobras y la orientación.
“La génesis de este proyecto fue una pregunta: ¿Podemos realmente usar una pequeña nave espacial para realizar misiones en el espacio profundo y producir ciencia útil a bajo costo?”, comenta Les Johnson, el principal investigador de tecnología de la misión en Marshall en el comunicado de la NASA sobre este proyecto. “Este es un gran desafío", asegura el investigador que considera que este medio de locomoción espacial puede ser el ideal para misiones pequeñas a otros asteroides en las que no hay espacio para instalar grandes sistemas de propulsión o combustible.
El viento constante del Sol
Según explica Johnson, la luz del sol actúa como una fuerza constante, por lo que una diminuta nave espacial equipada con una gran vela solar puede viajar a muchos kilómetros por segundo. Por eso, asegura, las velas solares son un sistema de propulsión de alto rendimiento para naves espaciales de baja masa y volumen.
Como si de de un barco sobre el mar se tratara, la NASA ha diseñado al NEA Scout para que navegue inclinando su vela para cambiar el ángulo de la luz solar, alterando la cantidad de empuje y la dirección de viaje.
La primera vela solar de muchas
La misión del NEA Scout tiene la responsabilidad de preparar el terreno para futuras velas solares. Para este mismo año la NASA tiene previsto el lanzamiento de otra nave para probar su sistema 'Advanced Composite Solar Sail System'.
Para 2025 se tiene previsto lanzar el 'Solar Cruiser', una demostración de tecnología de vela solar mucho más grande con una envergadura de 1.700 metros cuadrados que viajará rumbo al Sol y que permitirá que futuras misiones monitoreen mejor el clima espacial.