En sus exploraciones a la Luna, la Nasa se encuentra un hándicap que hasta hoy no ha sido capaz de resolver. Aquí es donde entra la inteligencia ajena: se busca cerebrito que resuelva el problema del polvo lunar. Se trata de una sustancia abrasiva que destroza los equipos de los astronautas y daña sus naves espaciales, lo cual quieren solventar antes de embarcarse la primera mujer rumbo a nuestro satélite en la misión Artemis. ¿Alguna idea? El premio será de 180.000 dólares.
Si los ingenieros de la Nasa no han sido capaces de hacerse con él, no debe de ser moco de pavo. “El polvo lunar es abrasivo y puede dañar cosas, incluidos trajes espaciales, equipos, naves espaciales y hábitats”, especifica la agencia estadounidense en un comunicado, además “oscurece las lentes de la cámara, reduce el rendimiento tecnológico, distorsiona las lecturas de los instrumentos, altera las propiedades térmicas y causa fallos en el equipo”, continúa. Es decir, es un verdadero incordio.
Incluso puede ir más allá en su objetivo de arruinar la misión a los astronautas, porque, si lo respiran, puede alojarse en los pulmones y causarles serios problemas. Evitar que entren en contacto con el polvo es fundamental para las futuras exploraciones.
Es por ello que la agencia espacial lanza el ‘NASA’s BIG Idea Challenge’ en busca de tecnologías de mitigación de polvo para aplicaciones lunares en la comunidad académica. "Esta competencia brinda a los estudiantes una oportunidad incomparable como miembros de la generación Artemis para ayudar a superar los obstáculos técnicos históricamente desafiantes de la mitigación del polvo lunar", dijo Niki Werkheiser, ejecutiva del programa Game Changing Development de la NASA dentro de la Dirección de Misión de Tecnología Espacial (STMD) en la presentación del proyecto.
Los jueces decidirán entre cinco y 10 equipos para entregar 180.000 dólares a cada uno que se destinarán a construir, probar y demostrar una mitigación robusta del polvo lunar, o capacidades y tecnologías tolerantes al polvo. Los equipos podrán componerse por entre 5 y 25 personas de pregrado y posgrado de colegios y universidades acreditadas en los Estados Unidos afiliados al Consorcio de Subvenciones Espaciales de su estado o asociados con una escuela afiliada.
"Tratar con el polvo lunar requerirá enfoques increíblemente creativos e innovadores y colaborar con la generación de Artemisa a través del BIG Idea Challenge es un esfuerzo estratégico para impulsar ese tipo de innovación", opina Drew Hope, gerente del programa de Desarrollo de Cambio de Juego en el Centro de Investigación Langley de la NASA en Hampton, Virginia.
Sabremos cuáles son los proyectos en noviembre de 2021, y la misión Artemis está pensada para lanzarse en 2024.