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¿Te suenan los tardígrados? Los también conocidos como ‘osos de agua’ están considerados los seres vivos más resistentes del mundo, capaces incluso de sobrevivir a un apocalipsis. Pero, ¿aguantarían en el espacio? La NASA quiere averiguarlo. Para ello lanzará 5.000 ejemplares rumbo a la Estación Espacial internacional (ISS, por sus siglas en inglés). Paralelamente enviará 128 crías de calamar. Esto es lo que quieren descubrir los científicos con el experimento.
Dentro de unos días, la agencia espacial despegará la 22ª misión de reabastecimiento de carga de SpaceX hacia la ISS. Y, aprovechando, enviará estas diminutas criaturas para probar algunas habilidades.
Los tardígrados son una de las criaturas más estudiadas de la Tierra por su asombrosa habilidad de sobrevivir en condiciones extremas. Sobreviven a la radiación, a la deshidratación o a más de 300 ºC. Mediante un proceso llamado criptobiosis son capaces de morir y volver de la muerte en condiciones extremas.
Lo hacen entrando en un estado de ‘hibernación avanzada’ a través de la cual generan una enorme cantidad de antioxidante que conservan sus órganos vitales, y pueden reducir al mínimo sus procesos metabólicos. Tanto, que parecen morir temporalmente.
A través de un microscopio su cuerpo diminuto de apenas un milímetro se ve rechoncho y sin cabeza. Parece sacado de la ciencia ficción.
Pero lo de llevarlos al espacio no es nuevo. En abril de 2019 el mundo miró con expectación a una misión israelí rumbo a la Luna que llevaba a bordo miles de tardígrados. Pero la nave del Beresheet se estrelló durante el aterrizaje y nunca más se volvió a saber de los diminutos especímenes. Se ha especulado incluso con que puedan haber sobrevivido.
Lo que los expertos de la NASA quieren averiguar ahora es qué genes son responsables de tan asombrosas cualidades, o si serán capaces de adaptarse a las condiciones ‘estresantes’ del espacio. Sus descubrimientos deberían dar muchas pistas sobre los riesgos para la salud de los humanos en viajes de larga duración, como el tan esperado viaje a Marte que Elon Musk confía en programar para 2024.
"Se ha demostrado que sobreviven y se reproducen durante los vuelos espaciales, e incluso pueden sobrevivir a una exposición prolongada al vacío del espacio exterior", decía en una rueda de prensa Thomas Boothby, profesor en la Universidad de Wyoming e investigador principal del experimento, según recoge 'Live Science'.
Espera que la prueba "proporcione información vital para futuras terapias que podrían proteger la salud de los astronautas durante misiones espaciales prolongadas".
Paralelamente, en un experimento separado, se quiere enviar al espacio a más de cien crías de calamar de apenas 3 mm, que contienen un órgano especial en su interior donde las bacterias bioluminiscentes hacen brillar al animal. “Los investigadores de este experimento esperan investigar esta relación simbiótica entre bacterias y calamares para ver cómo los microbios beneficiosos interactúan con el tejido animal en el espacio”, relata ‘Live Science’.
Tan pronto como los calamares (que viajarán congelados) aterricen en la ISS, los investigadores esperarán a que se descongelen y después agregaran estas bacterias a sus cuerpos. Cuando la interacción empiece, varios ojos estudiarán el comportamiento de las moléculas para entender mejor los procesos entre bacterias y calamar. El objetivo de todo esto es dar con respuestas que pueden ayudar a cuidar los microbiomas intestinales y sistema inmunológico de los humanos en viajes de larga duración.