Con imaginación y dinero casi cualquier cosa es posible. El sueño de algunas personas es que, cuando mueran, sus cenizas vayan a parar a un lugar bonito y especial como, por ejemplo, la Luna. Por el módico precio de 12.500 dólares una empresa trabajará con la NASA para ofrecer este servicio fúnebre en 2021. Lo llama 'El vuelo de la tranquilidad'.
Cápsulas con cenizas y muestras de ADN de fallecidos figuran entre las cargas útiles del aterrizador robótico Peregrine, que se lanzará en julio de 2021. La empresa encargada, Astrobotic, trabaja con la NASA para entregar ciencia y tecnología a la superficie lunar a través de la iniciativa de Servicios de carga lunar comercial (CLPS), como parte del programa Artemisa.
El destino de Peregrine, que se lanzará en un cohete Vulcan Centaur de United Launch Alliance desde Cabo Cañaveral, Florida, es un área en la parte noreste de la Luna llamada Lacus Mortis. La empresa Celestis, Inc., con sede en Houston, ofrece este servicio fúnebre lunar en su página web a partir de 12.500 dólares.
Celestis llama a la próxima misión Luna 02 o 'El vuelo de la tranquilidad'. Este último nombre honra las misiones Apolo (el Apolo 11 aterrizó en el Mar de la Tranquilidad de la Luna) y describe el lugar de descanso final y la tranquilidad para los participantes y sus familias, dice el cofundador y CEO de Celestis, Charles Chafer.
Celestis ofrece una variedad de opciones para enviar al espacio restos de fallecidos, dijo Chafer a ‘Space.com’. "Nuestro servicio se encuentra entre los más populares, ya que les brinda a las familias y amigos la permanencia de un servicio fuera del planeta y proporciona un recordatorio constante en el cielo nocturno del lugar de descanso final de un ser querido", dijo.
La misión Luna 02 es la décimo octava misión de vuelo espacial conmemorativo de Celestis. La compañía ha lanzado porciones simbólicas de restos cremados al espacio suborbital y la órbita terrestre, así como a la superficie lunar.
El vuelo Luna 01 de Celestis envió los restos del renombrado astrogeólogo Eugene Shoemaker a la luna a bordo de la nave espacial Lunar Prospector de la NASA en 1998. La científica planetaria Carolyn Porco defendió la propuesta para honrar al difunto científico enviando sus cenizas a la luna.
Al final de la investigación de 19 meses de Lunar Prospector sobre la Luna, la nave espacial se estrelló deliberadamente dentro de un cráter de oscuridad eterna cerca del polo sur lunar el 31 de julio de 1999. Ese lugar es ahora un monumento perdurable a Shoemaker.