El misterioso pez ballena lleva 'disfrazándose' un siglo: este es su secreto
Los peces ballena cambian radicalmente de forma a lo largo de su vida
Las bocas y todo el aparato digestivo desaparece casi por completo en machos en la edad adulta
Las hembras adoptan un color muy llamativo cuando crecen
El cuerpo del pez ballena es moldeable… Tanto que cuando cambia de forma se vuelve irreconocible. Los investigadores han tardado un siglo en descubrir que esta misteriosa especie es en realidad una sola, que se ‘disfraza’ a lo largo de su vida para aparentar ser varias. ¿Cómo lo consigue?
Una de las especies más curiosas y escurridizas de las profundidades marinas habita en las aguas de California, y se ha visto en muy pocas ocasiones desde que fue descubierta. El pez ballena (del orden Cetomimiformes) se caracteriza por un llamativo tono naranja brillante, en el caso de las hembras. Claro que, en las aguas en las que nada, lejos del alcance la luz solar, no es fácil distinguir sus coloridas escamas.
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El avistamiento más reciente de un pez ballena lo ha realizado un grupo de biólogos marinos del Instituto de Investigación del Acuario de la Bahía de Monterey frente a la bahía de Monterey, California. Lo vieron a más de 2.000 metros de profundidad a comienzos del mes de agosto gracias al resplandor de las luces del submarino que utilizan para explorar el área.
"El pez ballena rara vez se ha visto vivo en las profundidades, por lo que quedan muchos misterios con respecto a estos extraordinarios peces", tuiteó la cuenta del instituto de investigación. "Con cada inmersión en aguas profundas, descubrimos más misterios y resolvemos otros".
*Monterey Bay Aquarium Research Institute (MBARI)
"Se sabe tan poco sobre la vida del pez ballena que durante más de un siglo después de su descubrimiento (fueron registrados por primera vez en 1895 por dos científicos del Instituto Smithsonian), las tres formas enormemente diferentes que los animales pueden adoptar a lo largo de sus ciclos de vida se confundieron con completamente diferentes familias zoológicas", recoge ‘Live Science’.
Machos y hembras tienen un aspecto totalmente diferente
El su fase larvaria, sin escamas ni colas, se parecen más a una serpentina que a un vez. Además, en el inicio de su vida permanecen cerca de la superficie. En cambio, a medida que pasa el tiempo y adquieren la edad adulta cambian enormemente, y difieren los aspectos de machos y hembras.
En los machos, “las colas de cinta se convierten en bignosis: brotan escamas por todo su cuerpo, sus bocas se encogen a proporciones minúsculas a medida que sus mandíbulas se desgastan y sus narices se hinchan hacia afuera”, relata ‘Live Science’. Su cuerpo evoluciona según sus necesidades. Como adultos nunca tendrán que alimentarse, por tanto no solo su boca, sino también los intestinos, estómagos y esófago desaparecen.
Sus órganos sexuales y un hígado gigantesco pasan a adoptar el protagonismo.
En el caso de las hembras, la transformación también es total. Desarrollan líneas laterales de detección de la presión del agua, que las ayudan a guiarse en las oscuras profundidades del océano. En muchos casos, como el del individuo fotografiado hace poco en California, adoptan un llamativo color naranja o rojo. Esta característica es exclusiva de las hembras.
Los investigadores creen que tanto machos como hembras pueden adentrarse a profundidades tan sorprendentes como los 3.500 metros bajo la superficie.
Lo que ayudó a los investigadores a darse cuenta de que estaban ante una sola especie, y no varias, fue el estudio genético mitocondrial realizado en 2009. Así, tapetails, bignoses y peces ballena pasaron a formar una sola especie. No obstante, aseguran los expertos, aún queda casi todo por descubrir de este curioso animal.