Imágenes de un dron graban al ejército de 10.000 patos en plena acción. Las aves fueron liberadas en los campos de arroz en Nakhon Pathom, Tailandia, para devorar las plagas de caracoles que se esconden en los rastrojos y destruyen la plantación.
Los patos se mueven en perfecta sincronía, zigzagueando se dirigen al campo de arroz sin dudar dónde está el objetivo. A vista de pájaro, parece una organizada colonia de hormigas, pero es un ejército de patos. 10.000 para ser exactos que tienen una sola tarea: acabar con las plagas de los arrozales.
En Tailandia se les conoce como "patos cazadores" y sus presas son los indeseados huéspedes que se esconden en los cultivos. Caracoles e insectos ocultos entre los rastrojos que amenazan con destrozar las futuras cosechas. Un negocio que resulta beneficioso para todos. "Así los granjeros usan menos químicos y los patos a cambio acaban con las plagas", cuenta Apiwat Chalermklin, criador de patos.
La imagen recuerda a las migraciones naturales de las aves porque se mueven en bandada por instinto. Cuando los patos completan su encargo, vuelven a su granja, como una extensa marea, hasta la próxima misión.