Las noches estivales son perfectas para disfrutar de planes al aire libre y mirar al cielo en busca de estrellas, la Luna y los planetas. En 2021 se podrán observar a simple vista Júpiter, Saturno, Venus, Marte e incluso Mercurio si el horizonte está despejado, y la lluvia de las perseidas se verá especialmente bien. Y el espectáculo astronómico no acaba ahí. Estos son los mejores eventos que no puedes perderte este verano.
Tras un año y medio marcado por los confinamientos y la pandemia, este verano ofrece la oportunidad de mirar y disfrutar de los cielos estrellados al aire libre. Con la ayuda del astrónomo Miguel Querejeta del Observatorio Astronómico Nacional (IGN-MITMA), Sinc ha recopilado los eventos más llamativos para deleitarse mirando el firmamento.
Este verano habrá cuatro lunas llenas y la primera será ligeramente más grande que las otras (que serán el 24 de julio, 22 de agosto y el 21 de septiembre), pero los expertos no la consideran una ‘luna de perigeo’ o ‘superluna’.
La primera de todas será el 24 de junio, llamada luna de fresa.
Júpiter, Saturno, Venus y Marte serán visibles a simple vista y fáciles de localizar. A comienzos del verano, Júpiter y Saturno se podrán observar hasta el amanecer, luego casi toda la noche durante parte del mes de agosto, para terminar la estación siendo visibles únicamente al anochecer. Al caer la noche también serán visibles Venus y, hasta mediados de agosto, Marte.
El 2 de agosto Saturno estará en oposición (respecto al Sol, que se situará justo detrás de la Tierra) por lo que se situará en un punto de su órbita cercano a nosotros. Esto facilitará la observación del planeta, sus anillos y lunas utilizando pequeños telescopios. También tendrá que utilizar este tipo de instrumentos quien quiera observar Neptuno en oposición el 14 de septiembre (un pequeño punto azul).
A primeros de julio al amanecer quizá podamos ver a Mercurio, pero solo si tenemos una vista muy despejada hacia el horizonte este. El día 5 de julio se produce su máxima elongación (máxima separación angular respecto al Sol) en su actual periodo orbital. No es necesario ningún telescopio para verlo, pero el problema es que se eleva muy poco sobre el horizonte antes de que el Sol salga y haga imposible su visión.
Este verano, además, se producirá la conjunción de Marte y Venus [un ‘encuentro’ muy mitológico] el 12-13 de julio: la mínima separación se alcanza el día 13, pero el día 12 esa distancia será casi idéntica. Más tarde, el 18 de agosto, tendrá lugar la conjunción entre Marte y Mercurio, pero no tiene interés astronómico porque no se verá, ya que ocurre con ambos planetas por debajo del horizonte cuando haya oscurecido.
La lluvia de las perseidas es una lluvia anual de meteoros (comúnmente llamados "estrellas fugaces" o “lágrimas de San Lorenzo”) que alcanzan su máxima actividad hacia el 12 de agosto, pero se observan días antes y después. Las velocidades de estos meteoros pueden superar los 50 km/s y se pueden llegar a ver hasta 200 en una hora. El 2021 será un año excelente para observar las perseidas porque sucederán pocos días después de la luna nueva (8 de agosto).
Su origen está en que cada año, a principios de agosto, nuestro planeta cruza la órbita del cometa 109P/Swift-Tuttl donde se acumulan las pequeña partículas (como granos de arena o menores) que va dejando. Cuando una de estas partículas entra en la atmósfera terrestre a gran velocidad, la fricción la calienta hasta vaporizarla y la vemos como una ‘estrella fugaz’. La radiante o punto de donde parece venir esta lluvia de meteoros es la constelación de Perseo, de ahí su nombre.
Además de las perseidas, también serán visibles las delta acuáridas, cuyo máximo se produce la noche del 28 al 29 de julio, pero se observan mejor desde el hemisferio sur.