Las mascarillas quirúrgicas de tres capas protegen más contra las gotas grandes de la tos o el estornudo e impiden que la saliva se atomice en gotas más pequeñas. Las grandes gotas de tos pueden penetrar a través de las mascarillas de una y dos capas y atomizarse en gotas mucho más pequeñas y permanecer en el aire durante más tiempo en forma de aerosol, según el estudio de la Universidad de California en San Diego (Estados Unidos) publicado en la revista 'Science Advances'.
Los investigadores estudiaron mascarillas quirúrgicas de una, dos y tres capas para comparando la protección que cada una de ellas era capaz de ofrecer. Así comprobaron que las dos primeras proporcionan protección al bloquear parte del volumen líquido de la gota de saliva original y son significativamente mejores que no llevar ninguna mascarilla.
Con esta conclusión sobre el tamaño ideal de los poros de las mascarillas, el grosor del material y las capas, los científicos esperan que los fabricantes lo tengan en cuenta para producir mascarillas más eficaces.
Los investigadores usaron un generador de gotas y una cámara de alta velocidad con lapso de tiempo, y desvelaron que, contra toda lógica, las grandes gotas respiratorias que contienen partículas emuladoras de virus (VEP) se atomizan cuando chocan con una mascarilla de una sola capa, y muchas de estas VEP atraviesan esa capa.
Para una gota de 620 micras (el tamaño de una gota grande de una tos o un estornudo) una mascarilla quirúrgica de una sola capa solo bloquea alrededor del 30 % del volumen de la gota; una mascarilla de doble capa funciona mejor, restringiendo alrededor del 91% del volumen de la gota; mientras que una mascarilla de tres capas tiene una expulsión de gotas insignificante, casi nula, según constataron los investigadores.
"Mientras que se espera que las partículas sólidas de gran tamaño, del orden de 500-600 micras, sean detenidas por una mascarilla de una sola capa con un tamaño medio de poro de 30 micras, nosotros demostramos que no es así en el caso de las gotas de líquido. Si estas gotas respiratorias de mayor tamaño tienen suficiente velocidad, lo que ocurre al toser o estornudar, cuando caen sobre una capa de este material se dispersan y pasan a través de los poros más pequeños de la mascarilla", explica uno de los líderes de la investigación, Abhishek Saha.
Los modelos de física de las gotas han revelado que, mientras que estas grandes gotas caen al suelo muy rápidamente debido a la gravedad, estas gotas, ahora más pequeñas, de entre 50 y 80 micras, que atraviesan la primera y la segunda capa de la mascarilla, permanecen en el aire, donde pueden propagarse a las personas a mayores distancias.