Un gigante ganadero de EEUU que trabaja en unas mascarillas para vacas capaces de filtrar los gases de efecto invernadero que causan estos animales con sus eructos.
Mientras que otras empresas del sector han apostado por hacer piensos con componentes que reducen el metano liberado, Zelp, que es la empresa británica que desarrolla las mascarillas por las que ha apostado la compañía agrícola Cargill, está trabajando en unas mascarillas para vacas, según informa Bloomberg.
La mascarilla se coloca en la nariz de la vaca y atrapa de forma continua el 53% del metano que liberan, por la boca y por la nariz.
La mascarilla funciona con una tecnología similar a la del catalizador del coche. Con un filtro absorbe el metano que el animal expulsa, se produce una reacción química que convierte el metano capturado en CO2 y lo libera en el aire.
Según la empresa, la mascarilla no necesita mantenimiento durante cuatro años. Lleva unas pequeñas placas solares y una batería dentro de la mascarilla para que funcione automáticamente. Sólo hay que colocársela a la vaca.
La mascarilla atrapa gases no ha sido revisada por expertos pero sus creadores aseguran que funciona. Esperan seguir haciendo pruebas este año hasta lograr una versión final mejorada en tamaño y en cuanto a funcionamiento. Esperan que esté a la venta en 2022 y aunque no tienen claro el precio señalan unos 80 dólares anuales por mascarilla y vaca.