Las imágenes más recientes del Mar Caspio, que moja entre otros países a Kazajistán, dan entre miedito y curiosidad. Sin duda lo primero que viene a la mente al verlo es: ¡sangre! Pero ni toda la fauna de sus aguas bastaría para generar tal color. Hay un motivo, y la naturaleza está implicada. Concretamente, un alga.
El lugar exacto para toparse con esta postal escalofriante es la playa de Primorsky, en la región de Aktau, que está, como decimos, en Kazajistán. No es la primera vez que ocurre, pero juntar agua del color de la sangre y nieve resulta más peliculero que sólo lo primero. El medio local 'Ladakz' ha colgado en su cuenta de Youtube el vídeo que confirma el curioso evento.
Hay quien ya ha empezado a fantasear, como era de esperar. La Biblia israelita incluye en su 'Éxodo': "[…] Y los peces del Nilo murieron. Y los egipcios no pudieron comer ni beber agua de él; y había sangre por las tierras de Egipto". No es de extrañar que la coincidencia con el pasaje a pesar de estar a 2.500 km de distancia del Nilo, y la impresión que da en un primer momento, jueguen en favor de dar credibilidad a textos apocalípticos.
Pero la realidad es menos dramática. La experiencia apunta a que el cambio de color del Caspio se ha debido a un fenómeno que se viene repitiendo intermitentemente en los últimos años.
Un alga exótica unicelular del color de la sangre, también conocido como 'diatomea', ha teñido el agua de rojo con la ayuda del lodo. Crecen a toda velocidad, pero a diferencia de lo que cabría pensar, no son tóxicas ni tampoco contaminan el mar. Lo ha confirmado, afirma 'Ladakz', Ruslan Tukenov, el subdirector del Departamento de Ecología de la región kazaja de Mangystau. "Las aves se alimentan del alga y no es peligroso", tranquilizaba.
Algunos usuarios no están muy de acuerdo y han comentado en la publicación que podría en realidad ser el resultado de la actividad industrial, ya que "es en el área de las plantas de tratamiento de aguas residuales donde las 'mareas rojas' aparecen con mayor frecuencia", redacta el medio.
A lo que el Departamento de Ecología ha respondido contundente que no, no hay empresas industriales en esta área, y no se puede hablar por tanto de contaminación alguna.
Como hemos mencionado, no es la primera vez que el Caspio luce este cambio de aspecto. Ya lo hizo en 2017 y 2018, y también los medios locales se hicieron eco entonces.
La respuesta es sí, aunque por otro motivo y otras consecuencias. Por ejemplo, en septiembre de 2014, durante la transición del verano al otoño, la ría de Vigo se tornó rojo pasión. En aquella ocasión detrás del evento estaba, también, un alga. En aquel caso las altas temperaturas favorecieron que liberara una toxina que preocupaba a los pescadores, pero la playa de Cesante que lució colorada no se cerró al baño. La misma imagen se produjo en la ría en 2018.
Mas recientemente, el 'Diario de Cádiz' ha reflejado en febrero de 2020 la proliferación del alga parda llegada de Nueva Zelanda en la costa gaditana. Y no es la única provincia del sur que invade este organismo. En Málaga se dejaron ver en Baños del Carmen hace dos veranos ejemplares de la llamada 'alga de Hawái o de arpón', como recogió 'La Opinión de Málaga'.
Fuera de nuestras fronteras, el caso reciente más preocupante se da en el Golfo de México. A orillas de Oaxaca y del estado de Florida han aparecido muertos cientos de delfines y tortugas por la intensidad de las 'mareas rojas'.