De la misma manera que la luna en enero se llama 'del lobo' porque se escuchan sus aullidos entre la nieve, o la de junio 'la de las fresas' porque es cuando se cosecha esta fruta, en diciembre hace mucho que recibe un nombre cuyo origen es fácil de deducir: la luna 'fría'.
Seguramente ya te hayas fijado: la luna lleva un par de noches brillando con una belleza especial, más observable. Nuestro satélite natural ha entrado en fase de luna llena y esta es la última vez que lo hace en 2019. Después, la Tierra dejará de estar colocada justo entre el Sol y la Luna y esta empezará a perder esplendor entre las sombras.
El nombre da poco juego en este caso porque es fácil deducir el motivo de que fuera bautizada así. ¿Qué te sugiere luna fría? En efecto, en este caso nos referimos al plenilunio no tanto por su color como ocurre con la 'azul' o haciendo referencia a animales y el campo, como sucede en el caso de la mayoría: la 'del castor' en noviembre porque es cuando preparan sus madrugueras o la 'del esturión' en agosto, porque es cuando se pescaba este pez, son algunos ejemplos.
En el caso de la luna fría se refiere al invierno, que arranca en diciembre. Con el distanciamiento del Sol por la inclinación de la Tierra, el Hemisferio Norte entrará desde el próximo domingo 22 en la estación más fría del año.
Será visible durante toda la noche a menos que el cielo esté nublado. Podrá estarlo en zonas de Castilla-La Mancha, Galicia y bastantes zonas del interior oeste peninsular. En principio, las regiones más despejadas serán las Canarias y puntos del nordeste peninsular, así como Baleares.
Si te alejas lo suficiente de la contaminación lumínica, podrás incluso atisbar alguna 'gemínida', ya que el último plenilunio del año va a coincidir también con la última lluvia de estrellas, aunque es probable que la Luna le robe algo de protagonismo.