Los viajeros empedernidos se cansan de tachar en la lista destinos comunes y típicos de visitar. Muchos no dejan de buscar en Google el lugar más "curioso, extremo, profundo, alto, frío o impresionante" del Planeta Tierra. Tras un análisis exhaustivo y con justificación empírica te lo ponemos fácil. Recopilamos en cinco puntos los rincones más fascinantes y curiosos de la naturaleza. Apunta, te van a sorprender.
Hay quien lo llama el mar sagrado a pesar de que su agua es dulce porque además de profundo es muy, muy amplio. Está en Siberia, Rusia, y aunque su nombre es Baikal es comúnmente conocido como el Ojo Azul. Tiene más de un kilómetro de profundidad.
Aunque resulta tentador, meter un pie en sus aguas puede acabar en tragedia: es una de las regiones más frías del planeta. Contiene casi el 20% del agua dulce no congelada que hay en todo el mundo. En invierno, las temperaturas por debajo de los 30ºC bajo cero suelen congelarlo y dejar imágenes fascinantes. De hecho, los más aventureros aprovechan cada año para hacerse fotos alrededor e incluso un piloto aterrizó hace unos días en medio del lago helado.
Todo el mundo ha soñado alguna vez con perderse en el lugar más alejado del mundo. Aunque parezca inverosímil, el 'happy place' al que nos trasladamos cuando cerramos los ojos existe y tiene nombre: se trata del Punto Nemo.
Muy pocos han conseguido llegar y ni siquiera aparece en Google Maps. Está tan alejado del resto del mundo que los astronautas son los que más se acercan al orbitar sobre él. El Punto Nemo, en realidad, es una nada gigantesca rodeada de agua.
Está localizado a más de 1.600 kilómetros equidistantes de las costas de tres islas lejanas. Al norte se encuentra la Isla Ducie (del archipiélago de las Pitcairn), al noreste Motu Nui (Isla de Pascua, en Chile), y hacia el sur la Isla Maher (Antártida). Llegar es muy complejo y tampoco hay embarcaciones turísticas que te lleven hasta él. Es casi como la teoría del Triángulo de las Bermudas.
Los desiertos son zonas donde por razones climatológicas extremas el ser humano no ha creado focos de población. Normalmente asociamos este entorno con una zona cálida compuesta de montañas de arena y temperaturas extremas. Sin embargo, se ha demostrado que el desierto más grande del mundo no tiene arena sino que posee mucha agua, aunque está congelada, y se trata de la Antártida.
Lo que lo convierte en el más grande del mundo son sus 14,2 millones de kilómetros cuadrados. El Sáhara, el más reconocido desierto cálido, cuenta con una extensión de cerca de 9,1 millones de kilómetros cuadrados.
El lugar más frío del mundo congela todo lo que tiene a su alcance y no querrás pasar un invierno en él. Se llama Oymyakon y está al este de Siberia. Es un pequeño municipio de la República de Sajá que pertenece realmente a la Federación Rusa. Ha alcanzado el récord de la temperatura más baja jamás registrada en una zona habitada. Fue el 26 de enero de 1926, cuando el termómetro marcó 71,2 grados bajo cero.
El récord de temperatura más fría registrada a lo largo de la historia en la Tierra se obtuvo, no obstante, en 1983 en la Antártida, en la base de Vostok, cuando el mercurio bajó hasta los -89,2ºC.
Como la mayoría ya sabe, el Everest es con diferencia la montaña más alta del mundo. Se encuentra en la frontera entre China y Nepal. Es tan difícil alcanzar su cima que la primera vez que se logró fue en mayo de 1953 en una expedición liderada por 12 escaladores, 40 sherpas y 700 porteadores que cargaron con siete toneladas de materiales durante el ascenso.
Desde entonces, han sido miles las personas que han intentado tocar el cielo desde lo más alto. Muchos de ellos perecieron en el intento, sin embargo varios españoles y españolas han conseguido coronar, como la alpinista Edurne Pasabán, que ascendió los 8.848 metros.
Muchos expertos aseguran que hay otras montañas más altas que ésta, si utilizamos otro parámetro para calcular su altura que no sea fijándonos en el nivel del mar. El Kilimanjaro, en Tanzania, y el volcán Mauna Kea, en Hawái, son más altos si los medimos desde la base en la que están asentados. El primero se asienta en las planicies africanas que están cercanas al nivel del mar, y el Mauna Kea es aún más alto, pero tiene su base en el fondo del mar, por lo que no se considera como la más alta en el planeta Tierra.