Dado que los casos de Covid-19 continúan aumentando en todo el mundo, los científicos están haciendo todo lo posible para descubrir más sobre el virus que lo causa, el SARS-CoV-2, así como para investigar posibles vacunas para ayudar a detener la propagación.
El SARS-CoV-2 ha sido increíblemente efectivo para infectar y contagiarse en humanos, pero no se propaga tan fácilmente en ratones, algo que está complicando las investigaciones de los científicos.
Una de las formas importantes en que los investigadores desarrollan y prueban nuevas terapias es a través de experimentos con ratones. Pero cuando los científicos intentan infectar a un ratón sano y normal con SARS-CoV-2, el animal no contrae la enfermedad.
Esto significa que los científicos no pueden usar ratones como sustitutos de los humanos para probar posibles vacunas o investigar el virus de manera más invasiva.
"Es muy necesario un modelo animal pequeño que reproduzca el curso clínico y la patología observada en pacientes con Covid-19", dice uno de los investigadores You-Chun Wang de los Institutos Nacionales para el Control de Alimentos y Medicamentos (NIFDC) en China.
Pero hay buenas noticias. En un nuevo estudio, un equipo de investigadores chinos utilizó CRISPR / Cas9 para crear ratones con un receptor humano en sus células llamado enzima convertidora de angiotensina 2 (hACE2).
Este es el receptor que el SARS-CoV-2 usa en las células humanas, y significa que el virus ahora puede infectar las células de los ratones.
Una vez que tuvieron ratones con el receptor correcto, los ratones se infectaron por la nariz con SARS-CoV-2, y los investigadores vieron la replicación del ARN viral en sus pulmones, tráquea y cerebro.
"La presencia de ARN virales en el cerebro fue algo inesperada, ya que solo unos pocos pacientes con Covid-19 desarrollaron síntomas neurológicos", dice uno de los investigadores, Cheng-Feng Qin, de la Academia de Ciencias Médicas Militares (AMMS) en Beijing.
El equipo también descubrió que podían infectar a los ratones a través del estómago, imitando los problemas gastrointestinales que a veces se ven en las infecciones humanas, aunque la dosis tenía que ser 10 veces más alta que las que insertan en la nariz para causar una infección.
"Aunque no se observaron muertes, se observaron neumonía intersticial y citocinas elevadas en ratones hACE2 infectados con SARS-CoV-2", escribió el equipo.
"En primer lugar, el nuevo modelo elimina la versión del ratón hACE2, al reemplazar el gen del receptor del ratón con la versión humana en la ubicación específica exacta en el cromosoma X. En segundo lugar, la distribución tisular de hACE2 en nuestro modelo de ratón coincide con los hallazgos clínicos de pacientes con Covid-19, y se detectó expresión de alto nivel de hACE2 en los pulmones", escribió el equipo.
El equipo espera que otros investigadores usen este mismo método y que les proporcione una forma de investigar el Covid-19 dentro de un modelo animal.
"Los ratones hACE2 descritos en nuestro manuscrito proporcionan un modelo animal pequeño para comprender las manifestaciones clínicas inesperadas de la infección por SARS-CoV-2 en humanos", dice el investigador Chang-Fa Fan de NIFDC. "Este modelo también será valioso para probar vacunas y terapias para combatir el SARS-CoV-2".
La investigación ha sido publicada en 'Cell Host & Microbe'.