Dentro de nada empieza un espectáculo que se produce cada primavera: la lluvia de estrellas Líridas. Te contamos por qué se producen, y cómo y cuándo podrán verse. ¡Pide un deseo!
Cada año alrededor de estas fechas, la Tierra atraviesa una región de su órbita plagada de fragmentos del cometa Thatcher (también llamado C/1861 G1). Al entrar en la atmósfera de nuestro planeta, estos ‘pedazos’ de la roca espacial se calcinan por la fricción con el aire, creando así el resplandor luminoso que conocemos como meteoro o estrella fugaz.
Las líridas se han observado durante los últimos 2600 años, los registros más antiguos se conservan en el libro chino de crónicas Zuo Zhuan y datan del año 687 a.C., según el Observatorio de Astronomía del Instituto Geográfico Nacional (IGN).
Las lluvias de meteoros parecen tener un único centro de origen, un punto del que parecen surgir todas las estrellas fugaces. Ese punto se denomina "radiante" y su localización se utiliza para nombrar a la lluvia de estrellas. Las líridas tienen su radiante en la constelación de Lyra.
La lluvia de estrellas será visible en el hemisferio norte entre el 16 y el 25 de abril, con su máxima actividad las noches de los días 21 y 22.
Su tasa media de actividad es de 18 meteoros por hora, con una velocidad de 49 kilómetros por segundo durante varios días. “A pesar de ser una lluvia de meteoros discreta, algunos años la tasa de actividad se incrementa a más de 100 meteoros por hora, pero es difícil predecir en que año se producirán estos estallidos”, dice el IGN.
Por desgracia, el 2021 no será el mejor año para su observación porque coincidirá con la Luna en fase de cuarto creciente.
No obstante, si aun así quieres intentar captar alguna estrella fugaz, inténtalo dese un lugar con un cielo totalmente oscuro, alejado de la contaminación lumínica y sin nada que obstaculice el campo de visión, como un árbol o un edificio.
En cuanto al tiempo que nos acompañará para las noches más activas de las Líridas, es posible que las nubes invadan nuestros cielos complicando aún más la observación, sobre todo en el interior de la Península, aunque aún es pronto para confirmar el pronóstico.
La siguiente lluvia de meteoros serán las eta acuáridas, que alcanzan su pico de actividad entre el 5 y el 6 de mayo.