Meteorólogos de Meteored han descartado que el actual proceso eruptivo en Cumbre Vieja, en la isla de La Palma, pueda provocar lluvia ácida cuando la lava entre en contacto con el mar y aseguran que su impacto en el clima será a una escala local pero no a una escala global.
"En principio el tema de la lluvia ácida no es a día de hoy un motivo de preocupación. Sí lo es la presencia de un alto contenido de gases tóxicos", ha afirmado este martes el meteorólogo José Miguel Viñas. El experto ha explicado que cuando la lava, que está a más de 1.000 grados, entre en contacto con el agua costera "habrá una emisión bastante importante de gases tóxicos, como el dióxido de azufre".
Aunque ha reconocido que "se está especulando si en algún momento esos gases podrían generar nubes que pudieran dar lugar a una precipitación de carácter ácido", ha apuntado que en estos momentos en la zona hay una situación de régimen de alisios que "no favorece las lluvias". Todo un alivio. Pero, aunque la lluvia ácida no parece un elemento de preocupación a día de hoy, no es descartable en absoluto.
En algunas erupciones volcánicas pueden llegar a producirse eventos de lluvias ácidas, después de pasados unos días de la erupción, cuando hay mucha concentración de gases tóxicos en la atmósfera y las condiciones climáticas propician las precipitaciones. En el caso de la erupción de la isla de La Palma, la preocupación venía por la generación de gases tóxicos que puede producirse por la llegada de las coladas de lavas al mar.
La lava está a una temperatura superior a los 1.000 grados y cuando se sumerge en el mar se produce una rotura térmica, y que el agua se encuentra aun a media de unos 23 grados. este choque térmico puede producir enormes explosiones, parecidas a las que se produce cuando mezclamos aceite hirviendo y agua fría. Las nubes de vapor producidas por estas explosiones estarán cargadas de gases tóxicos en una alta concentración.
El agua del mar contiene una alta concentración de sal y la sal está formada por cloro (NaCl, cloruro sódico). Este cloruro sódico se convertirá en un. gas tóxico, además mezclado con gases presentes en el interior del propio material incandescente procedente del volcán (CO2, dióxido de azufre,...) Las nubes producidas son altamente tóxicas y, en caso de encontrarse cerca, pueden producir irritación en los ojos, mareos y asfixia.
La concentración de estas nubes tóxicas sobre áreas pobladas o sobre zonas marítimas con tráfico habitual, puede hacer que se produzca una lluvia ácida en el caso de que se produzca una precipitación en ese momento. Las gotas de lluvia arrastran los materiales más pesados y tóxicos de esas nubes hacia la tierra.
Aunque no vaya a producirse una lluvia ácida en La Palma, los expertos han advertido de que esos materiales dan tanto al agua como al aire "un contenido ácido de toxicidad" y ha señalado que cuando lleguen esos vapores se deberá acordonar un perímetro de seguridad bastante alto.