Hace un tiempo el lince boreal dejó de existir en Asturias, pero los esfuerzos de conservación han conseguido lo imposible. Su reintroducción es relativamente reciente, pero las buenas noticias hacen pensar que todo está saliendo según lo previsto. Desde ‘Espacio Lince’ celebran el nacimiento de tres nuevas crías en Cangas de Narcea a las que su madre no quita ojo.
Las nuevas crías de 'Zar' y 'Sasha' tienen poco más de una semana. Aún no se mantienen tumbados, pero poco a poco su madre los enseña mientras ellos se dejan hacer.
La persona responsable de este éxito de recuperación de la especie en Asturias es Luis Freijales, un conductor de autobús y apasionado de los llamados linces europeos o boreales. Decidió traer una pareja de Alemania y probar suerte. Al llegar la época del celo se dio cuenta de que podía funcionar.
Al nacer, dos de las crías tuvieron que ser salvadas del ataque del macho, y la tercera se dejó con la madre, como se ve en las imágenes. Luis y su familia apenas les quitan ojo durante el día y la noche. Los nuevos bebés de su reserva necesitan alimentarse con biberones aproximadamente cada tres horas, además de otras muchas atenciones que requieren.
En un futuro, el sueño de Luis y de otros grupos ecologistas es reintroducir los linces en libertad en los montes asturianos, como se ha hecho en otros espacios de España.