El leopardo de las nieves ha conseguido mejorar sus niveles poblacionales con 7884 miembros, adoptando desde 2017 la categoría de "vulnerable" por la Lista Roja de la UICN, un glosario permanentemente actualizado con 87.967 especies (25.062 de ellas, amenazadas).
Esto significa que todavía no podemos cantar victoria por este animal: su situación sigue siendo grave dentro de la escala oficial gracias a la todavía existente caza furtiva, la pérdida de su hábitat en gran parte de Asia Central y la expansión de asentamientos humanos. De hecho, la organización The Snow Leopard Trust no está de acuerdo con su rango actual y pretenden luchar porque vuelva al estatus anterior, con la intención de garantizar el nivel más alto de protección del animal.
Las medidas protectoras son vitales para revertir la situación de una especie (y nunca mejor dicho). Estos animales han conseguido superar su escasez poblacional gracias a esa ayuda por parte de los gobiernos afectados y los organismos de protección de especies en extinción:
· El panda gigante
Esta variedad de oso ha estado en peligro durante la segunda mitad del siglo XX por la pérdida de más del 30% de los bosques al sur de China. Gracias a la reforestación y la protección de los árboles, el panda en el extremo occidental anterior en Sichuan, Shaanxi y Gansu durante las dos últimas décadas. Todos los recuentos actuales coinciden en que el panda gigante es ahora mismo una especie estable. Sin embargo, todo podría revertir: el cambio climático va a mermar la vida del bambú en más de un 35% y, por consiguiente, la del panda.
· El águila imperial ibérica
Esta variedad es originaria de nuestra península y, por mucho tiempo, estuvo en peligro de extinción. Sin embargo, el águila imperial ha resurgido desde que en 2005 se le catalogó como especie "vulnerable". ¿Qué le salvo el pellejo? En primer lugar, el control de la tasa de mortalidad, a causa de los postes eléctricos y la contaminación del aire. Pero, también, un plan de alimentación suplementaria, la reparación de los nidos y la reducción de la perturbación durante el periodo de cría. En 2016, se crió el primer par en la Sierra Bética, donde se acondicionaron 16 territorios para esta especie, y ahora sobrevuelan Portugal, las sierras de Guadarrama y Gredos, las llanuras de los ríos Tajo, Tiétar, Guadiana y Duero, las colinas centrales de Extremadura, Montes de Toledo, el Valle de Alcudia, Sierra Morena, Campo de Montiel, las marismas del Guadalquivir, las tierras agrícolas de Cádiz… ¡Recuperación diez!
·El Orix de Arabia
Esta especie de carnero es autóctona del norte de Kuwait e Irak, y su subsistencia no ha sido nada fácil: han sido una de las presas más deseadas de los cazadores furtivos de la Península Arábiga. Desde 2011, el Orix ha pasado de estar "casi en peligro" a ser "vulnerable" gracias al mantenimiento de los 7.000 ejemplares en cautividad, en grandes recintos cerrados, recibiendo diversas cantidades de alimentos y atención complementaria.
· Ballena gris
Las últimas tres generaciones de la ballena gris han tenido un tamaño suficiente para salir de la categoría de "en peligro", porque la cosecha comercial ha cesado. No obstante, existen dos subgrupos que hay que separar dentro del Pacífico Norte, y es que la subpoblación occidental (más pequeña) sí ha experimentado una pequeña debacle porque la caza aborigen continua. Los estudios genéticos y los patrones de recuperación sugieren que la pequeña subpoblación quede aislada de la otra por la supervivencia de ambas.