El misterio de los lagos rosas: ¿fenómeno natural o filtro '1977' de Instagram?

Los podemos encontrar en Australia, África, Asia y, por supuesto Europa. Aunque la sal juega un papel fundamental en el color característico, lo cierto es que son los microorganismos que viven en ellos los que confieren el color. De todos ellos, el que más culpa tiene es un alga llamado Dunaliella salina, que produce 'compulsivamente' sustancias carotenoides, causantes del color final. Sus pigmentos de color rojizo y anaranjado (hacen que las zanahorias sean naranjas, por ejemplo, o los pimientos, rojos) pueblan todos estos los lagos rosas, además de ser la base alimenticia de varios pequeños crustáceos.

Así que no, el tono rosa de las aguas de este lago no es obra de ningún filtro de Instagram, pero las imágenes en la red social (algunas procedentes de nuestro lago rosa español) no nos dejan de asombrar.

Salinas de Torrevieja

Con sus 37,43 kilómetros cuadrados, las salinas de Torrevieja y el Parque natural de la Mata (Alicante) son tan enormes que hay días que tinta el cielo de color de rosa. La concentración de sal permite que se extraiga de una manera milenaria, tal y como se hacía en tiempos de Roma: cortando bloques de sal que se apilan para ser triturados y refinados luego.

Lago Hillier (Australia)

La espectacularidad de este lago de seiscientos metros reside en su entorno, un inmenso bosque denso de melaleuca y eucaliptos con una estrecha franja de dunas de arena que lo separa del océano Antártico. Podemos encontrarlo en la mayor isla del archipiélago de La Recherche (Australia).

Lago Masazir

Situado en Azerbaiyán, el Masazir es lago salinero de un intenso color rosa. Sin ser tan turístico como otros, su importancia es muy grande: es la base del comercio de sal de la zona.

Lago Las Coloradas, en Yucatán

Las Coloradas, un pequeño pueblo de pescadores situado en la costa norte de la Península de Yucatán (México), es el lugar donde se encuentra este fenómeno natural. Al parecer, la zona no tiene mucha población (1.000 habitantes a lo sumo) por lo que tampoco hay demasiados hoteles. Sin embargo, poco a poco se está convirtiendo en un lugar concurrido, gracias a la laguna, las playas vírgenes y los flemancos rosas que también se dejan ver por allí.