La lucha de un padre por mejorar la calidad de vida de su hija con epilepsia le ha llevado a idear una aplicación que avisa entre uno y tres minutos antes de que vaya a producirse una crisis. Una acción tan cotidiana como bajar unas escaleras podía suponer un peligro para Marina. Sufre crisis epilépticas que nunca sabía donde ni cuando podían aparecer.
Por eso, David, ingeniero hasta entonces dedicado a la robótica, se propuso buscar una solución para su hija. La aplicación recoge la actividad eléctrica del cerebro y, a través de un sensor que se coloca en la oreja, manda un mensaje por bluetooth a su teléfono móvil cuando se vaya a producir una crisis.
Al recibir este aviso en el teléfono móvil, los pacientes pueden ponerse en un lugar seguro y avisar a cualquier persona antes de que se produzca la crisis epiléptica. Esta aplicación ayuda a los pacientes ya que uno de los riesgos de la epilepsia no ser saber ni dónde ni cuándo se va a producir un episodio. Muchas veces es la propia ansiedad premonitoria la que genera mucha más probabilidad de provocar una crisis.
Ahora David y Marina pueden ir sin miedo por la calle. Saben que ninguna crisis estropeará ahora mismo su día a día.
Los Estados Miembros de la Organización Mundial de la Salud (OMS), reunidos en la 73 Asamblea Mundial de la Salud, han recomendadon la adopción de dos resoluciones sobre el control de la meningitis y la epilepsia.
El Comité A, que se centra en cuestiones de programa y presupuesto, ha decidido apoyar la adopción de la primera resolución sobre la meningitis, que aprobaría una hoja de ruta mundial para derrotar la meningitis para 2030, una enfermedad que mata a 300.000 personas al año y deja a uno de cada cinco afectados con consecuencias devastadoras a largo plazo.
También ha recomendado la aprobación de una resolución en la que se pide una acción ampliada e integrada contra la epilepsia y otros trastornos neurológicos como los accidentes cerebrovasculares, la migraña y la demencia. Los trastornos neurológicos son la principal causa de discapacidad y la segunda causa de muerte en todo el mundo.
El Comité ha decidido, además, respaldar la adopción de una decisión en la que se respalde la nueva hoja de ruta para las enfermedades tropicales desatendidas. La hoja de ruta tiene por objeto alcanzar estos objetivos para 2030: reducir en un 90 por ciento el número de personas que requieren tratamiento para las enfermedades tropicales desatendidas, eliminar al menos una enfermedad tropical desatendida en 100 países, erradicar dos enfermedades (dracunculosis y guiñada) y reducir en un 75 por ciento los años de vida ajustados en función de la discapacidad (AVAD) relacionados con las enfermedades tropicales desatendidas.