El aumento de las temperaturas a nivel global, la variación de los ciclos estacionales y el aumento de fenómenos meteorológicos extremos (inundaciones y sequias), son los causantes de la destrucción de miles de cultivos a lo largo del mundo. Ganaderos y agricultores son conscientes de este problema, pero también del empeoramiento de esta situación si el cambio climático no cesa: el imparable crecimiento de plagas de insectos que acabaran con los cultivos alimentarios.
A esta conclusión es a la que han llegado siete científicos de la Universidad de Washington, a través de un estudio publicado en la revista Science.
Que además apuntan: "Nuestra elección ahora no es si permitiremos o no el calentamiento, sino cuánto calentamiento estamos dispuestos a tolerar", ha explicado el profesor, Curtuis Deutsch, coator del estudio y profesor asociado de oceanografía de la Universidad de Washington en una nota de prensa de la universidad.
Por cada grado que aumente la temperatura, según los modelos calculados por los investigadores, la destrucción de cosechas de trigo, maíz y arroz se incrementarán hasta un 25%, mientras que un aumento de 2 grados se ha calculado que supondría la pérdida de 213 millones de toneladas menos al año.
Esto se materializaría en una pérdida del 50% de trigo en Europa, que afectará especialmente a 11 países, y un 40% de maíz en EEUU. Este tipo de cultivos se encuentra principalmente en el hemisferio norte, y poco a poco desparecen, en función del aumento de insectos en climas más cálidos.
Estos dos factores también influyen directamente en la forma en la que se comportan los insectos, en su tasa de reproducción y supervivencia. Las precipitaciones y las fuertes rachas de viento dañan la estructura de las plantas, al producirse este daño, las plagas encuentran un modo más fácil de adentrase en su organismo y destruirlo.
La presencia de insectos, en terrenos templados y cálidos, se ha demostrado que aumenta su metabolismo y su tasa de reproducción, lo que hace que tenga que consumir más cantidad de alimento: “ tienes más insectos y están comiendo más", explica Curtis Deutsch, a la agencia EFE.
Los científicos estadounidenses recomiendan cambios en los modelos agrícolas mundiales, como la apuesta por cultivos alimentarios más resistentes y nuevos patrones. Solo recomienda el uso de productos químicos en los casos más graves, incluso a costa de posibles daños a la salud y al medio ambiente.