Usar una impresora 3D para hacer prendas de ropa, se le ocurrió a una joven modelo e ingeniera que tuvo que parar su frenético ritmo de trabajo durante la pandemia, una idea que podría revolucionar el mundo de la moda.
La pandemia confinó a esta modelo e ingeniera multimedia, pero ella no ha perdido el tiempo, se puso manos a la obra y ha diseñado ropa en 3D.
Sus prendas, incluida mascarillas, se las puede descargar y fabricar cualquiera que tenga este tipo de impresora. Aquellos interesado podrían hacerse un vestido con sus manitas, sin salir de casa.
La moda se adapta a estos raros y nuevos tiempos, desfiles virtuales, sin público o directamente sin modelos.
A las tops de carne y hueso les ha salido competencia, las hechas por ordenador, como Micaela, que acumula millones de seguidores o Shudu, con unas medidas perfectas sin esfuerzo que acaba de fichar por ‘Balmen’.
Lo de Valentino mostrando su última colección de alta costura es una declaración de intenciones, toca dejar volar la imaginación.