Hace tres años, la noticia de que el iceberg más grande del mundo se desgajaba de la plataforma de hielo Larsen C, supuso una vez más un cambio irreversible en el aspecto de la Antártida. El nuevo iceberg ha navegado desde julio de 2017 por el borde de la costa del continente austral… Hasta ahora. Su movimiento a lo largo de los años le ha hecho acabar en 2020 en océano abierto, de aguas menos frías y mucho más turbulentas.
"Con una relación de grosor a longitud similar a cinco hojas de A4, me sorprende que las olas del océano no hayan hecho cubitos de hielo con el A68", ha declarado Adrian Luckman, de la Universidad de Swansea (Reino Unido), a la BBC.
Su tiempo es limitado, pero por el momento sobrevive con un volumen que no dista demasiado del que tenía hace tres años, de 6.000 km(2). Sí es verdad que apenas se había movido hasta hace un año. Permanecía cerca de la Península Antártica hasta que el verano arrancó en el Hemisferio Sur el pasado diciembre. Desde entonces, su deriva se ha acelerado.
Como ha ocurrido con otros, el A68 seguirá el llamado por los científicos 'Camino de los icebergs', que les lleva cada vez más al norte en el Atlántico. Algunos han llegado a la misma latitud que las regiones del sur de Latinoamérica –Argentina y Chile–, pasando incluso más al norte de las británicas Islas Georgias del Sur.
Por ahora, el A68 se encuentra a unos 1.400 km de distancia del archipiélago de las Georgias, pero los registros anteriores hacen pensar que quizá ese sea su devenir. Hasta el momento, el iceberg más grande que ha llegado a estas latitudes es el B15, de 11.000 km(2) de superficie, que partió de la plataforma de hielo Ross hace 20 años. Uno de los 'cubitos' que quedan de él mide apenas 200 km(2) en la actualidad.
Además de la evidente pérdida ecológica que supone, es un riesgo para la navegación que los icebergs ronden el Atlántico tan cerca de las zonas habitadas. Es por ello que el programa europeo Copernicus monitorea constantemente los bloques de hielo en el océano.
El A68 no es el único que vigilan actualmente los expertos. El glaciar Pine Island (Antártida Occidental) ha empezado a mostrar unas grietas preocupantes que darán lugar antes o después a nuevos iceberg.
El tercero al que están atentos está a la otra punta de la Península Antártida. Se trata de la plataforma de hielo Brunt, de unos 1.500 km(2). Cuándo se independizarán del todo y emprenderán su propia ruta por el océano es complicado. Podrían ser meses o años.