El Barcelona Supercomputing Center, uno de los centros de supercomputación más importantes de Europa, acogerá una de las siete fábricas de IA del continente. Para entender qué significa esto, hay que comenzar planteándose que muchos de los procesos que se realizan hoy manualmente en las empresas, en pocos años se automatizarán gracias al entrenamiento de redes neuronales.

En el mundo, China y Estados Unidos lideran el desarrollo de estas tecnologías, que se evidencia con el número de patentes de invenciones relacionadas con la IA. Lejos de esta carrera, en Europa se ha comenzado a legislar –con la AI Act que entrará en vigor en los próximos meses–, para luego impulsar la innovación a través de iniciativas como las ‘AI Factories’: “Ahora el interés es no solo ser pioneros en regulación, sino también en ser capaces de desarrollar sistemas que sean líderes en el mundo”, explica Mariona Sanz, directora de Innovación del BSC.

La fábrica pondrá a disposición “recursos en abierto para que luego el mercado vaya desarrollando aplicaciones que sean competitivas”. Hay que entender que la potencia de computación que disponen en el centro sería “muy costosa” económicamente de conseguir para una startup. Por eso, la Comisión Europea, el Gobierno de España y la Generalitat de Catalunya han financiado el proyecto con 198 millones de euros. El objetivo, al final, es que se convierta “en un elemento de atracción y de creación de nuevas empresas”, asegura Sanz, para que “Europa pueda liderar el desarrollo de la inteligencia artificial”.

Para asegurar que los recursos se invierten de manera eficiente, “se van a evaluar los proyectos y en función de su puntuación, pues van a acceder al final a la capacidad de cómputo”, explica Sanz. Pero antes de acceder a la máquina, la directora puntualiza que habrá servicios de formación, asesoramiento y algunos recursos en abierto: “Vamos a crear un servicio de acompañamiento y aceleración de este tipo de empresas”.

Aunque la IA se confunde a veces con IA generativa (ChatGPT), para entender el tipo de proyectos que pueden salir de la fábrica, la directora lanza algunos ejemplos: “Desde poder tener herramientas de predicción aplicada al sector industrial para, por ejemplo, anticipar el mantenimiento de máquinas”. También “en el sector agrícola, poder tener una previsión del tiempo que va a afectar a los cultivos”. En definitiva, de lo que se trata es de “automatizar y hacer más eficientes los procesos”.

Según las previsiones, el objetivo es que la fábrica de IA esté operativa a finales de este año. El supercomputador MareNostrum 5, que prestará servicio a esta iniciativa, también se reforzará con una nueva actualización para ampliar su capacidad de cómputo.

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