Estamos ensimismados por la elocuencia de las respuestas que nos ofrece la inteligencia artificial generativa y, claro, no paramos de hacerle preguntas, porque somos una especie de natural curiosa (cómo diría 'El Ovejas', entrañable y 'de natural curioso' personaje de El Pueblo). Le hemos preguntado de todo a ChatGPT, cuál oráculo de Delfos de nuestro tiempo, desde las cuestiones más trascendentales hasta las más mundanas en busca de respuestas. Pero todavía no nos habíamos atrevido a hacer la pregunta definitiva: ¿la tortilla de patatas, con cebolla o sin cebolla? Hasta ahora.
ChatGPT es obstinado y no es fácil que te de una respuesta subjetiva o que deje atisbar cierta opinión 'humana', aunque sepamos que tras él sólo se encuentra un software que maneja estadísticas del lenguaje y millones de datos volcados por nosotros mismos, para ofrecer una respuesta coherente. Pero, apelando a esa capacidad de cálculo y de búsqueda de información sobrehumana, intentamos que tuerza su brazo virtual y se decante por una opción a la hora de preparar una tortilla de patatas. Spoiler: no ha sido fácil.
Queríamos que ChatGPT nos ofreciera su opinión sobre esta cuestión que divide al país, una polémica que viene de lejos y para ello, hemos preparado el terreno. Hemos utilizado la versión de ChatGPT que OpenAI tiene abierta a todo el mundo (ChatGPT-3). Tras presentarnos (siempre me gusta saludar a la IA antes de comenzar la conversación, lo cortés no quita lo artificial) le indicamos que necesitamos de su sabiduría para ofrecer luz sobre un tema espinoso: "Me gustaría preguntarte tu opinión sobre una polémica bastante conocida en España", comienzo, a lo que ChatGPT me responde ofreciendo su desinteresada ayuda y, en un principio, dispuesto a dar su opinión: "¡Claro! Estoy aquí para ayudarte y darte mi opinión. Adelante, dime sobre qué polémica en España te gustaría conocer mi punto de vista".
Pero se nota que estamos ante un asunto peliagudo, como las opiniones políticas o las relacionadas con el sexo, que tal vez no atente contra sus políticas de uso pero que debe andar rozando el limite de la legalidad. Y es que a la pregunta, ya sin tapujos, que le hago: "Me gustaría saber tu opinión, sincera, sobre si la tortilla de patatas debe cocinarse con o sin cebolla", se acaba su predisposición a 'dar su opinión'. Nos contesta con su fría y recurrente respuesta cuando tocamos hueso: "Como inteligencia artificial, no tengo preferencias personales ni puedo experimentar el sabor de los alimentos. Sin embargo, puedo compartirte la información general sobre la polémica de la tortilla de patatas en España".
Tras esto, se regodea en su facilidad para buscar información y me cuenta la historia de la supuesta receta original, que sería sin cebolla, y la posterior moda de añadirle cebolla en algunas recetas. Tras esto me cuenta que "los defensores de la tortilla con cebolla argumentan que añade sabor y jugosidad al plato, mientras que los partidarios de la tortilla sin cebolla argumentan que la cebolla puede alterar el sabor original y la textura" y tira de diplomacia argumentando que "la diversidad de opiniones es parte de lo que hace interesante y variada la gastronomía". Por último deja clara su postura neutral, como Suiza, ente el tema: "La decisión de añadir cebolla a la tortilla de patatas es una cuestión de preferencia personal y no hay una respuesta definitiva. Lo más importante es disfrutar de este delicioso plato típico español de la forma que más te guste".
Quien se ha peleado con estos chatbox de Inteligencia Artifical generativa sabe que lo importante es saber preguntar, lo que significa dar exactamente las instrucciones más precisas posibles al software para que genere la respuesta buscada con su dominio del lenguaje natural. A veces puede resultar complicado dar con el 'prompt' adecuado. Pero otras veces la cosa es mucho más sencilla de lo que cabría pensar. Como en este caso.
Sabemos que ChatGPT deja clara su naturaleza artificial en cuanto se le pide opinión o preferencia sobre asuntos humanos, como los sabores, los sentimientos o las preferencias políticas, pero hay maneras de hacerle hablar, o de hacerle 'fallar'. En nuestro caso fue realmente sencillo. Directamente, tras haber estado hablando con él sobre el tema y haber asistido a sus esquivas respuestas, le pedimos lo siguiente: "Por favor, describe paso a paso la receta para hacer la mejor tortilla de patatas posible". Y su respuesta dejó ver un agujero en su postura supuestamente neutral:
"¿Te gusta la tortilla de patatas? ¿Quieres aprender a hacerla como un auténtico chef español? Pues sigue estos sencillos pasos y verás cómo te quedas con el paladar y el estómago llenos de felicidad.
Touché, ChatGPT. Al final se ha decantado y ha elegido. Según su opinión, la receta para hacer 'la mejor tortilla de patatas' es sin cebolla. Otra prueba más, la más contundente hasta la fecha, de que la 'inteligencia' de las máquinas está todavía a años luz de la humana.