El crecimiento de ChatGPT ha sido imparable desde que se dio a conocer en todo el mundo. Esta aplicación de inteligencia artificial creada por OpenAI alcanzó los 100 millones de usuarios en solo dos meses y su uso se multiplica cada día.
Este incremento también tiene sus peros, ya que hay usuarios que no desean que esta IA utilice información en la que estén reflejados. Cabe señalar que cuando se pregunta al propio ChatGPT sobre qué datos utiliza, la respuesta es la siguiente: “Como modelo de lenguaje de IA, he sido entrenado por OpenAI en una amplia variedad de textos y datos disponibles públicamente en la web. Durante mi entrenamiento, se me proporcionó acceso a una gran cantidad de libros, artículos, sitios web y otras fuentes de información para desarrollar un amplio conocimiento del lenguaje humano. Es importante destacar que no tengo acceso directo a internet ni a bases de datos en tiempo real. Mi conocimiento se basa en la información que adquirí durante mi entrenamiento hasta septiembre de 2021. No puedo proporcionar datos o información actualizados más allá de esa fecha”.
A pesar de todo, el crecimiento exponencial ha alarmado sobre el uso de datos personales y la protección que debe hacerse de este tipo de información, especialmente en la Unión Europea, donde la legislación es más severa en este aspecto.
Ante esta situación y sabedores de los problemas que puede acarrear, OpenAI llevó a cabo algunas medidas que tenían como objetivo minimizar cualquier recopilación de datos personales. Además, ofrece a los usuarios la opción de enviar una solicitud para la eliminación de los datos personales.
Para ello ha habilitado un formulario en Internet que cualquier persona puede cumplimentar y enviar. En él se expone lo siguiente: “Según ciertas leyes de privacidad o protección de datos, como el RGPD, puede tener derecho a oponerse al procesamiento de sus datos personales por parte de los modelos de OpenAI. Puede enviar esa solicitud utilizando este formulario”.
El formulario en cuestión cuenta con diversos apartados que el usuario debe rellenar: nombre y apellidos, correo electrónico, país… Además, hay una parte en la que se han de “proporcionar las indicaciones relevantes que dieron como resultado que el modelo mencionara al sujeto de los datos. Para poder atender adecuadamente sus solicitudes, necesitamos pruebas claras de que el modelo tiene conocimiento del titular de los datos condicionado a las indicaciones”. Dicho de otro modo, hay que aportar las pruebas pertinentes de que los datos han aparecido.
Además de borrar esos datos de ChatGPT, cualquier usuario puede eliminar las conversaciones que mantiene con esta IA. Para ello solo deberá marcar aquellas que desea borrar y hacer clic sobre el icono del cubo de basura.
En caso de querer acabar con todas ellas a la vez, habrá que desplegar el menú que aparece en el perfil de usuario pulsando en los tres puntos suspensivos. Una vez allí es posible hacerlo directamente –el sistema preguntará si sigue adelante con la acción–.
En ese mismo menú, en la parte de “Configuración” o “Settings”, además de tener una nueva oportunidad de borrar todos los chats, se ofrece la opción de eliminar la cuenta y dejar de ser uno de los millones de usuarios de la herramienta de OpenAI.