Jessica Hamzelou, reportera especializada en salud y ciencia, se trasladó a principios del pasado mes de mayo hasta Montenegro, a orillas del Adriático, para hacerse eco de un curioso encuentro en el que alrededor de 780 personas se dieron cita con un peculiar objetivo: crear su propio estado independiente en el que retrasar o revertir el envejecimiento.
La información aparece publicada en MIT Technology Review, la revista del Instituto de Tecnología de Massachusetts. Estos 'buscadores de la longevidad', que tienen en el punto de mira Rhode Island, en EEUU, barajan crear un territorio independiente, en tierra o incluso en mar adentro, donde no exista la burocracia y reine el ultraliberalismo, eliminando cualquier obstáculo para la investigación de medicamentos y técnicas impulsadas por la biotecnología y la inteligencia artificial.
Los asistentes, durante casi dos meses, han participado en eventos, charlas y talleres con la longevidad como fondo y bajo el título de Zuzalu. Un nombre que no significa nada, señaló la organizadora Janine Leger, y que se creó usando ChatGPT. Sus creadores la definen como una 'ciudad emergente'.
El cónclave, celebrado en un resort de lujo en la localidad de Tivat, Montenegro, se extendió hasta finales de mayo. Cada semana hubo un tema diferente, aunque los participantes se centraron en trabajar juntos para lograr una jurisdicción completamente nueva que les dé rienda suelta a la autodeterminación y a experimentar con drogas no probadas, saltándose las férreas regulaciones existentes. Todo, para encontrar una cura al envejecimiento.
La idea de Zuzalu surgió de Vitalik Buterin, el joven especialista en bitcoin e inventor de Ethereum, una plataforma informática que, entre otras cosas, desarrolla nuevos sistemas de criptomonedas. "La vida es buena y la muerte es moralmente mala", señaló en su discurso Nathan Cheng, director de 'Longevity Biotech Fellowship'. "Esta es la filosofía moral en la que creemos, que guía la mayoría de las acciones de nuestras vidas y estamos tratando de que más personas se unan a ella", añadió.
¿Cómo lo quieren hacer? Una de las posibilidades planteadas es la de formar un nuevo estado independiente que invite a las empresas de biotecnología a establecer bases allí ofreciendo ventajas fiscales, apoyando el 'biohacking' y flexibilizando las regulaciones sobre ensayos clínicos.
De este modo, serían las ciudadanos los que tendrían que decidir cuánto riesgo están dispuestas a aceptar porque, defienden, los médicos no deberían tener la última palabra sobre si una persona puede acceder a un tratamiento experimental.
En cuanto a los medicamentos, explicó Josef Christensen, asistente de Zuzalu y director de desarrollo comecial de la empresa de células madre StemMedical, con el entorno regulatorio actual, se podría observar que un fármaco de longevidad potencial prolonga la vida útil de los ratones, pero éste tardaría años para ser probado en humanos.
El plan de los asistentes a Zuzalu, tal y como publica Jessica Hamzelou, sigue el modelo del 'Free State Project', un movimiento, fundado en 2001, para obtener por lo menos 20.000 personas adeptas al libertarismo en New Hampshire (Estados Unidos) con el fin de hacer de este estado un bastión de las ideas libertarias. El proyecto, recuerda Hamzelou, no ha obtenido los resultados previstos y, de hecho, ha habido un aumento importante de delitos violentos.
Los patrocinadores de este "estado de longevidad" tienen también en mente el ejemplo de los fundadores de Próspera, una ciudad criptográfica establecida en una zona económica especial en Honduras, diseñada para ofrecer a las empresas un entorno de impuestos bajos con regulaciones "favorables a la innovación".
Los organizadores de Zuzalu han estado en conversaciones con políticos en Montenegro, donde están explorando la posibilidad de crear una sede a largo plazo similar para los devotos de la longevidad prolongada. Tampoco descartan la posibilidad de establecer un estado de longevidad en el gigante norteamericano, ya que el país alberga muchos partidarios de la longevidad y empresas de biotecnología que podrían no estar dispuestas a mudarse internacionalmente.
En este último caso se habla de Rhode Island, cerca de Boston. Una localidad que cuenta con una población pequeña y que se ha convertido en un centro de biotecnología consolidado. Si suficientes personas se mudaran allí, con la misma filosofía en favor de la longevidad, podrían tener suficiente poder de voto para influir en las distintas elecciones.
No obstante, Patricia Zettler, académica jurídica de la Universidad Estatal de Ohio (EEUU), concluye que "ningún estado puede eliminar la ley federal".