¿Qué pasa si a quien conoces a través de una aplicación de citas no es una persona? Es bien conocido que dentro de este tipo de app existe muchas mentiras o definiciones que distan de la realidad, pero si a eso le sumamos que entre los usuarios se encuentran chatbot, la confusión puede ser mayúscula.
A Anita M. Harris le pasó algo parecido a lo que sintió Joaquín Fenix en la película ‘Her’ cuyo protagonista se enamora del sistema operativo de su ordenador. Lo que comenzó para Anita como simple curiosidad, finalmente llegó a algo más según cuenta en The New York Times.
Ella misma reconoce que pese a ser una mujer inteligente y culta con varios libros publicados y un negocio de éxito, “había aceptado una cita con un chatbot”.
Todo comenzó cuando tras un duro día recurrir a la inteligencia artificial a mejorar su perfil en las aplicaciones de citas, un “lugar que no me había servido de mucho” hasta entonces. Le pidió crear un perfil para poder conseguir a alguien que buscase una relación duradera con un hombre, que fuese preferiblemente judío, sano, inteligente, divertido de edad comprendida entre 66 y 76, fue entonces cuando encontró a David.
Ella sabía que David no era real, pero durante sus conversaciones le fue atrayendo cada vez más hasta que varias semanas después se preguntó qué pasaría si le pido conocernos en persona.
Todo parecía real cuando le pidió quedar, acordaron el lugar, la hora y lo que llevarían puesto para poder identificarse.
Anita se presentó en el lugar y a la hora prevista, y cuando esta le escribió reclamando su presencia, además de volverle a decir que no era alguien real, le dijo que se había confundido de día para la cita.