Las habilidades de las inteligencias artificiales están en boca de todos desde la aparición de ChatGPT, chatbot de IA que parece haber dado el pistoletazo de salida al uso masivo de una tecnología que ya venía haciendo mucho ruido. Su utilización puede proporcionar numerosas ventajas, pero también está dando lugar a la controversia, como en el caso de la generación de imágenes falsas.
En las últimas semanas se han viralizado en las redes presuntas fotografías de Donald Trump siendo detenido. Todas ellas eran creaciones realizadas con un programa de IA, así como otras del Papa Francisco o del presidente francés Emmanuel Macron que también han dado mucho de qué hablar. Pero ¿hasta qué punto es posible detectar imágenes falsas generadas por la IA? ¿Somos capaces de saber si algo es real o no a simple vista?
La respuesta a la anterior pregunta es negativa. A simple vista la mayoría de las personas no son capaces de detectar si una imagen creada con una IA es real o no. Si tenemos en cuenta que se trata de una tecnología que está en ciernes y que cada día mejora más, las dificultades para saber si una fotografía es falsa se incrementarán de tal forma que necesitaremos otras herramientas tecnológicas para saberlo. Así pues, quizás se requerirá una IA para detectar a otra.
Pistas para detectar imágenes falsas
No obstante, las inteligencias artificiales aún no crean imágenes perfectas, lo que ayuda a encontrar pistas de que no estamos ante algo real. Para ello hay que fijarse en los siguientes aspectos.
Las figuras importantes de una imagen suelen estar más cuidadas que los fondos, donde pueden aparecer elementos borrosos o que no deberían estar allí. Por lo tanto, analizar el fondo de la imagen puede ayudar a descubrir el “fraude”.
Los rostros que aparecen tienden a mostrar menos defectos, con una textura de piel que dista de la que cualquier persona pueda mostrar. En el caso de personas conocidas por el público, detectar que la imagen ha sido modificada suele resultar más sencillo por esa falta de defectos.
Algunas partes del cuerpo humano resultan más complicadas de recrear, como es el caso de las manos, de modo que hay que fijarse en su posición, su forma e incluso en el número de dedos.
El uso de luces y sombras también da pistas de que una imagen no es real. Es una de las asignaturas pendientes de las IA generadoras de imágenes.
Contrastar y analizar los metadatos
Además de que estas pistas que ayudan a desvelar si una imagen es falsa, hay otros dos ejercicios que se pueden llevar a cabo:
En primer lugar, analizar los metadatos de la imagen ofrece información clave para saber si ha sido retocada.
Y en segundo lugar, cuando se trata de una fotografía en la que aparecen personajes públicos como los citados anteriormente, lo más adecuado es realizar un ejercicio periodístico como es contrastar las fuentes. Si se ha producido un hecho como la detención de Donald Trump, lo más lógico es que aparezcan imágenes en los principales medios de comunicación de todo el mundo. Si en ninguno de ellos se le ve encarándose con la policía tal y como acabamos de observar en una red social, lo más probable es que esa imagen no sea real.