El próximo 20 de marzo viviremos el comienzo de primavera más adelantado de nuestras vidas, a menos que tengas 124 años. En las zonas del mundo con distinta franja horaria, concretamente que tengan al menos 5 horas menos que en España (peninsular), como por ejemplo en Nueva York (con una diferencia de 6 horas), empezará el 19.
Desde 1896 la estación no llegaba en ningún punto del mundo un 19 de marzo. Y eso ¿de qué depende? La única responsable del equinoccio adelantado es la órbita terrestre, es decir, la posición de la Tierra respecto al Sol.
El equinoccio se produce cuando ambos hemisferios reciben luz solar en la misma medida. No se trata de un día, sino de un momento exacto, que este año se producirá en España a las 4:50 hora peninsular del día 20. Como decimos, en puntos de Estados Unidos lo hará el 19 a las 23:50 de aquí.
El motivo por el que no es siempre a la misma hora es que la órbita terrestre no es 'perfecta'. La duración más exacta del año que han calculado las matemáticas son 365,242 días (como supuestamente anticiparon los mayas en su momento). En parte que el equinoccio vaya a ser tan tarde se debe a que este año ha tocado sumar un día al mes de febrero, ya que cada cuatro años, para ajustar esas décimas, se suma el 29.
A pesar de esto, ninguno de nosotros recuerda una transición a la primavera un 19 de marzo. La explicación, aunque liosa, sería la siguiente: cada año, la hora del equinoccio varía en alrededor de 6 horas respecto al año anterior, excepto los bisiestos, cuando salta en la otra dirección alrededor de 18 horas. Cada ciertos periodos de tiempo, en este caso de 124 años, ocurre que la primavera astronómica llega un 19 de marzo en partes del mundo.
Como dato: en el caso de los años redondos como 1900, 2100, etc., solo los divisibles por 400 pueden ser bisiestos.