En el inicio del otoño, en algunas regiones, las condiciones meteorológicas son perfectas para que las crías de araña emerjan como de la nada. Sus finísimos telares, que utilizan para moverse sin demasiado esfuerzo, son transportados por el aire y se hacen visibles con el reflejo del sol. Es por eso que, quizá, estos días estés viendo estos “hilos de la virgen" o "babas del diablo", como se conocen, aparentemente flotando en la nada.
Estos días se han dejado ver en zonas de San Lorenzo de El Escorial, pero las telarañas aparecen en muchas localidades por estas fechas. Son el resultado de unas condiciones más óptimas para la eclosión y la supervivencia de las crías de arañas.
Las arañas utilizan inteligentemente la dirección del viento para desplazarse sin coste de energía. Alcanzan distancias considerables.
El término que se utiliza para darles nombre se lo debemos a un relato de Julio Cortázar.
En otros lugares del mundo se conoce como “lluvia de cabello de ángel”, porque realmente las arañas parecen estar volando (aunque se están desplazando por sus telas), y en países como Argentina son de un tamaño considerable. También ocurre en Brasil o Australia. El siguiente vídeo fue grabado en el municipio de Espírito Santo do Dourado.