Hallan una cría de tiburón fantasma en Nueva Zelanda: la especie suele estar en las profundidades del océano

  • Investigadores encuentran una cría de tiburón fantasma en la costa de Nueva Zelanda

  • Un inusual hallazgo, puesto que esta especie suele estar en las profundidades del océano

  • Científicamente son conocidos como quimeras y se caracterizan porque su esqueleto esta hecho de cartílagos

Un grupo de investigadores ha descubierto un inusual hallazgo en la costa de Nueva Zelanda: un tiburón fantasma recién nacido, según el Instituto Nacional de Investigación del Agua y la Atmósfera (NIWA) del país.

Se trata de una de las cincuenta especies de tiburones fantasmas clasificadas hasta el momento, que habitan bajo la superficie. Lo extraordinario del hallazgo es que estos peces no suele encontrarse en la superficie, si no que todo lo contrario. Su hábitat natural son las oscuras profundidades del océano, por lo que es muy difícil avistarlas. Mucho más a sus crías, que además tienen un diminuto tamaño.

La cría fue encontrada a 1,2 kilómetros bajo el agua

La cría de tiburón, traslúcida, gelatinosa y con un par de gigantescos ojos negros, fue encontrada a unos 1,2 kilómetros bajo el agua, cerca de la Isla Sur de Nueva Zelanda. Se trataba de un recién nacido, "tiene la barriga llena de yema de huevo", afirmó en un comunicado Brit Finucci, científico pesquero de NIWA . "Es bastante asombroso. La mayoría de los tiburones fantasma de aguas profundas son especímenes adultos conocidos; los recién nacidos se reportan con poca frecuencia, por lo que sabemos muy poco sobre ellos", agregó.

El tiburón fantasma es científicamente conocido como quimera -chimaera-. Las quimeras están estrechamente relacionadas con los tiburones y rayas y se caracterizan porque son peces con esqueletos hechos de cartílago en lugar de hueso.

Pruebas genéticas para entender mejor los comportamientos de la especie

Los investigadores planean realizar pruebas genéticas en la cría para tratar de averiguar a qué especie concreta de tiburón fantasma pertenece. Después, los científicos podrán comparar al recién nacido con un adulto de la misma especie, para comprender mejor cómo cambian el color, el tamaño y los hábitos alimenticios del pez entre la infancia y la edad adulta, según recoge Live Science.