Greg Francek paseaba por Sierra Nevada, California, cuando se topó primero con un árbol petrificado. Al árbol le siguió un bosque y poco a poco el escenario fue conduciéndole hasta cientos de fósiles de vertebrados, por lo que decidió ponerse en contacto con paleontólogos de la Universidad Estatal de Chico. Así es como, por accidente, se ha convertido en el descubridor de unos restos de hace millones de años, incluido el de un mastodonte con ambos colmillos intactos.
Un esqueleto de rinoceronte, una tortuga gigante, 600 árboles petrificados... La colección de fósiles es toda una joya del periodo del Mioceno, que empezó hace 23 millones de años y terminó hace unos 5 millones de años. Desde su hallazgo, se considera uno de los yacimientos más importantes del estado de California.
"Existen pocos otros descubrimientos fósiles como este en California", dice Russell Shapiro, paleontólogo de la Universidad Estatal de California, en el diario local Chico State Today.
Junto con el equipo de expertos de la universidad, Francek descubrió varias semanas después de indagar en el sitio unos dientes, después un cráneo y, por último, dos colmillos. Al identificar los restos como pertenecientes a un mastodonte, se dieron cuenta de que ese sería su hallazgo más sonado. La última vez que se encontraron restos de mastodonte en California fue en 1947.
En el último año, este equipo de paleontólogos se ha dedicado a seguir excavando en el yacimiento de Sierra Nevada hasta dar con cientos de fósiles de diferentes especies, entre ellas “un caballo, un tapir, los restos de un salmón ancestral de 400 libras con dientes afilados, una especie extinta de camello que era tan alta como una jirafa, y un gomphothere, que es un antiguo elefante con cuatro colmillos”, informa la revista ‘Smithsonian’.