Un nuevo estudio publicado esta semana en la revista Current Biology revela que una persona es capaz de percibir preguntas y darles respuesta si se encuentra en medio de un sueño lúcido, es decir, en el que se es consciente de estar soñando.
Los investigadores comprobaron que, mientras soñaban, las personas podían seguir instrucciones, realizar operaciones matemáticas sencillas, responder a preguntas de sí o no, o diferenciar entre distintos estímulos sensoriales. Es más, podían responder con movimientos oculares o contrayendo los músculos faciales.
“El sueño interactivo proporciona una nueva forma de obtener conocimientos sobre los sueños, y puede tener ventajas sobre los informes retrospectivos que la gente da después de despertarse, plagados de distorsiones y detalles olvidados”, explica Ken Paller, autor principal de este trabajo y experto de la Universidad de Northwestern (EE UU).
“Descubrimos que los individuos en sueño REM pueden interactuar y entablar una comunicación en tiempo real”, afirma. “También demostramos que son capaces de comprender preguntas, usar la memoria de trabajo (lo que implica almacenamiento y manipulación de información) y elaborar respuestas”.
El trabajo incluye cuatro experimentos realizados de forma independiente a 36 voluntarios en los que intervinieron, además de la institución norteamericana, la Universidad de la Sorbona, en Francia, la Universidad de Osnabrück, en Alemania, y la Universidad de Radboud, en los Países Bajos.
“La combinación de los resultados de cuatro laboratorios distintos que utilizan enfoques diferentes atestigua de forma más convincente la realidad de este fenómeno de comunicación bidireccional”, afirma Karen Konkoly, estudiante de doctorado de la Universidad de Northwestern y primera autora del trabajo.
“De este modo, vemos que se pueden utilizar distintos medios para comunicarse”, continúa Konkoly. “Así, observamos como uno de los individuos que logró fácilmente la comunicación bidireccional tenía narcolepsia y frecuentes sueños lúcidos, y que entre los participantes había algunos con mucha experiencia en este tipo de sueños y otros no”.
Como puntualiza Kristoffer Appel, del equipo alemán: “Esta es la primera prueba científica de que se aprenden nuevos conocimientos durante el sueño: las tareas matemáticas eran desconocidas para los participantes al ir a dormir, pero recordaban (algunas) después de despertarse”.
“La mayoría de la gente puede pensar que esto no es posible: que las personas se despertarían cuando se les hiciera una pregunta o no responderían, pero que en ningún momento comprenderían una pregunta sin malinterpretarla”, añade Paller, autor principal.
Los futuros estudios sobre el sueño podrían utilizar estos mismos métodos para evaluar las capacidades cognitivas entre el sueño y la vigilia: “El entrenamiento de habilidades atléticas y creativas también podría llegar a ser posible con esta técnica de sueño interactivo”, apunta Appel.
“Nuestro objetivo fue similar a encontrar una forma de hablar con un astronauta que está en otro mundo, pero en este caso el mundo está totalmente fabricado sobre la base de los recuerdos almacenados en el cerebro”, indican los autores.
Los experimentos de seguimiento llevados a cabo por los miembros de los cuatro equipos tienen como fin aprender más sobre las conexiones entre el sueño y el procesamiento de la memoria, y sobre cómo el primero puede afectar al segundo.
“Solo hemos necesitado unos pocos ejemplos para demostrar de forma convincente que la comunicación bidireccional es posible, y que puede ocurrir incluso en individuos con una mínima experiencia previa con los sueños lúcidos”, concluye Paller.
Según el trabajo, fuera del laboratorio este método podría utilizarse para ayudar a las personas a resolver problemas durante el sueño. Eso sí, los autores insisten en que se necesitan estudios adicionales para demostrar si realmente puede ser útil para pacientes con trastorno de estrés postraumático (TEPT), ansiedad, pesadillas, etc.