La pandemia y el (presunto) cocodrilo del Pisuerga no son lo único surrealista que nos trae el 2020. Un grupo de expertos se ha juntado para analizar mediante un cálculo llamado ‘Límite Astrobiológico de Copérnico’ si es posible que no seamos los únicos seres inteligentes en el espacio. El resultado es curioso: no descartan que existan unas 36 civilizaciones extraterrestres en nuestra galaxia, la Vía Láctea.
Los astrofísicos se hacen preguntas difícilmente contestables casi a diario. Esta vez se han planteado lo siguiente: ¿Hay vida inteligente en nuestra galaxia más allá de la Tierra? No hay respuesta por ahora, pero sí una teoría factible: es posible que la haya en 36 planetas.
La cifra tan exacta que ha dado este equipo de la Universidad de Nottingham, que ha publicado sus conclusiones en la revista científica ‘The Astrophysical Journal’, se ha obtenido en torno a un factor principal: la vida inteligente tardaría entre 4.500 y 5.500 millones de años en formarse.
Dicho de otro modo, se han fijado en la Tierra y cómo la vida inteligente se ha desarrollado en ella. ¿Dónde se cumplen los requisitos que sabemos indispensables para la vida? Era importante que estuvieran rodeados de metal, en nuestro caso el Sol es muy rico en metales, pero el Sol no es la única estrella. Otra conclusión a la que se ha llegado es que, si el ser humano envía señales de radio desde hace aproximadamente un siglo, en caso de durar alguna de las civilizaciones extraterrestres al menos esos 100 años, también ellas las enviarían.
Establecer una comunicación con esas civilizaciones sería el siguiente paso para confirmar su existencia, pero hay un problema con eso. Se estima que estarían a unos 17.000 años luz de la Tierra. Es decir, incluso si otro de esos planetas enviase ondas de radio, no nos podríamos comunicar, o bien desaparecerían durante nuestra existencia y nunca llegaríamos a saberlo.
Tiene pinta de que quedará en incógnita. Pero por poder, podría ser. En los últimos años hemos asistido al descubrimiento de exoplanetas que orbitan otro ‘Sol’ y hemos detectado en la Tierra señales inexplicables de radio que provienen de algún lugar del espacio, como la que se confirmó hace poco, la onda FRB 121102 que se repite cada 157 días.