“El comandante Chris Cassidy y sus compañeros de tripulación Ivan Vagner y Anatoly Ivanishin permanecerán en el módulo de servicio de Zvezda desde el viernes por la noche hasta el lunes por la mañana”, ha comunicado la NASA. Los tres astronautas están a bordo de la Estación Espacial Internacional junto con sus compañeros rusos, con los que pasarán el fin de semana. El motivo: hay una fuga creciente de aire que podría ser un riesgo y todavía no han dado con la fuente.
En el día a día, que la estación pierda una pequeña cantidad de aire entra dentro de la normalidad. Sin embargo, según explica el comunicado de la agencia espacial, fue “en septiembre de 2019 cuando la NASA y sus socios internacionales vieron por primera vez indicios de un ligero aumento por encima de la tasa de fuga de aire de cabina estándar”.
“Debido a las operaciones de rutina de la estación, como caminatas espaciales y llegadas y salidas de naves espaciales, tomó tiempo recopilar suficientes datos para caracterizar esas mediciones”, continúa informando. Puesto que los datos muestran una fuga creciente, los equipos de la Estación Internacional se han puesto manos a la obra para detectar lo antes posible la fuente de la fuga y poder repararla. Por ahora, “no presenta un peligro inmediato para la tripulación o la estación espacial”, aclara.
Dar con el origen de estas fugas es un desafío, pero no es algo que no hayan hecho nunca los tripulantes de la Estación Espacial Internacional. La última vez que ocurrió fue hace dos años, cuando se tomaron exactamente las mismas medidas que ahora. De igual manera, en 2004 se reparó una fuga en el módulo de laboratorio Destiny.
"Los especialistas estadounidenses y rusos esperan que los resultados preliminares estén disponibles para su revisión a fines de la próxima semana", concluye el comunicado de Mark García, de la NASA.