La erupción del volcán Klyuchevskoy, uno de los más activos de la península de Kamchatka, en Siberia, se produce entre el paisaje helado y cubierto de nieve. Las imágenes de la columna de lava y cenizas en una de las regiones más inhóspitas de Europa son fascinantes.
La erupción del volcán siberiano, uno de los más de 300 que hay en la península de Kamchatka, no ha sido del todo inesperada. Hace pocos meses, la NASA fotografió desde las alturas la región y se percató de una diferencia en el color de las cimas del Klyuchevskoy y el Bezymianny, una pista de que ambos estaban más activos de lo que cabía pensar.
En total, de los cientos de volcanes de Kamchatka, que se sepa, tan solo 29 están activos. En el caso del Klyuchevskoy, se conoce que puntualmente escupe cenizas, aunque es cuestión de suerte que haya un satélite ahí para verlo.
Lo extraño en el suceso no es tanto que haya entrado en erupción, algo que cabe esperar en cualquier momento, sino que lo ha hecho en una de las laderas del volcán. Una fisura en el flanco del volcán ha liberado "una escoria (material incandescente) que se expulsa a una altura aproximada de 50 metros sobre el cráter y provoca explosiones freáticas al contacto con lava, hielo y nieve en el área del glaciar Erman", se detalla en la web especializada ‘Volcano Discovery’.
Desde las alturas es visible el nuevo cono ‘de escoria’ en la ladera inferior del volcán, que se compone de material piroclástico, que crece por momentos. “Las salpicaduras casi constantes continúan alimentando el flujo de lava de la fisura”, ha actualizado ‘Volcano Discovery’.
El volcán Klyuchevskoy es el más alto de Kamchatka y uno de los volcanes más activos del mundo.