En Estados Unidos ya lo llaman ‘Election Day Asteroid’ (el asteroide del día de las elecciones). La roca llamada 2018 VP1 tiene el tamaño de un automóvil y fue descubierto en 2018. El próximo 2 de noviembre pasará a una distancia de 419.130 kilómetros de la Tierra, por lo que la NASA lo clasifica de ‘Asteroide próximo a la Tierra’ (NEA, por sus siglas en inglés), pero se descarta que suponga un riesgo.
"Si el mundo termina en 2020, no será culpa del universo", ha bromeado el astrofísico Neil deGrasse Tyson. El asteroide 2018 VP1 es un viejo conocido de los investigadores, puesto que ya pasó a una corta distancia de la Tierra en 2018 (aunque algo más lejos), cuando fue detectado desde la Instalación Transitoria de Zwicky en California.
El objeto orbita alrededor del sol cada 731 días (2 años) y se sabe que tiene entre 2 y 4 metros de diámetro, lo que lo convierte en un asteroide 'tamaño Apolo', según la agencia espacial, queriendo decir que es muy pequeño.
Las posibilidades de que golpee la Tierra el día antes de las elecciones de Estados Unidos, que se celebrarán el 3 de noviembre, es del 0,41%, es decir, una posibilidad en 240. Puede que no sea un porcentaje lo suficientemente elevado para satisfacer a los más alarmistas, pero lo cierto es que, aunque en 2018 VP1 entrase en la atmósfera terrestre, su tamaño no bastaría para causar daños mayores.
Para ser así, debería al menos estar clasificado como Asteroide potencialmente peligroso (PHA), que son NEA (cercanos a la Tierra) con un diámetro de, mínimo, 140 metros. Los PHA tienen la capacidad de causar una devastación masiva en tierra y un tsunami importante en caso de caer en el océano. La NASA calcula que hay unos 4.700 relativamente cerca de nuestro planeta, que monitorea por lo que pueda pasar.