Es el nuevo tema de conversación: un cometa se acerca a la Tierra y Leonardo DiCaprio y Jennifer Lawrence son los encargados de avisar al mundo entero, que no quiere ver lo que está a punto de pasar. Hablamos de la película que acaba de estrenarse en Netflix, No mires arriba, pero podría pasar en la realidad perfectamente. ¿Quiénes son los DiCaprio españoles que vigilan el espacio y cuál es la probabilidad de que ocurra un apocalipsis?
La defensa de la Tierra va más allá de la ficción. Nadie avisó a los dinosaurios de que una roca enorme impactaría en el planeta cuando el cometa Chicxulub causó su desaparición hará unos 65 millones de años. La cicatriz de la destrucción de aquel objeto todavía es observable en lo que hoy en día es México, donde un cráter de 180 km de diámetro nos recuerda cuán vulnerables somos frente a la fiereza del espacio.
Para vigilar todo cuanto se acerca a la Tierra y amenaza con impactar, en la actualidad la NASA cuenta con una Oficina de Coordinación de Defensa Planetaria, y España tiene mucho que aportar en la detección de objetos cercanos a la Tierra (los conocidos como NEO, por sus siglas en inglés).
Nuestro país cuenta con una red de centros desde donde se avistan todos los fenómenos que surcan el cielo. Entre los más importantes está el observatorio astronómico de Calar Alto, en Almería, el más grande de Europa, que se alza a más de 2.000 metros de altitud.
Desde hace 40 años, cuando se inauguró, cinco telescopios gigantescos han descubierto asteroides y exoplanetas que no conoceríamos de otra manera, y han observado supernovas y colisiones como la de un gigantesco cometa en Júpiter registrada en 1994.
También el Observatorio Astronómico de Pujalt en Barcelona vigila el espacio en misiones conjuntas con la NASA, que avisa de que hay más de 27.000 asteroides, entre grandes y pequeños, amenazando a la Tierra constantemente.
Allá por el año 1988, un astrónomo llamado Brian Marsden avisó de que una roca enorme se acercaría mucho a la Tierra el 26 de octubre de 2028. Lo haría a una distancia prudencial, pero una colisión no podría descartarse al 100 %.
Unas décadas más tarde, en 2013, otro objeto conocido como bólido de Cheliábinsk, con una masa aproximada de 10.000 toneladas, ingresó en la atmósfera terrestre e impactó en Rusia, abriendo una brecha en el suelo y causando cientos de heridos. El evento de 2013 es el más reciente de esa magnitud y nos recuerda que la Tierra es realmente vulnerable cuando se trata de cometas y asteroides.
El riesgo cero no existe, dicen los astrónomos, algo que hemos podido comprobar este año con la exploración del asteroide Bennu. La NASA anunció en verano sus probabilidades de colisión en septiembre de 2182: son de un 0,057 %. Es realmente improbable que ocurra, pero los astrónomos no le quitan ojo.
La NASA quiere proteger la Tierra de estas amenazas potenciales, por lo que este año 2021 se lanzó la primera misión de defensa planetaria de la historia rumbo a un asteroide con la intención de cambiar su curso.
La misión DART será la primera demostración de la técnica del impactador cinético para cambiar el movimiento de un asteroide en el espacio. Su objetivo de prueba es un pequeño asteroide llamado Dimorphos, que orbita un asteroide más grande llamado Didymos.