Día Mundial del Videojuego: 16 millones de españoles juegan a videojuegos
El videojuego facturó un total de 1.747 millones de euros en España durante el año pasado
Solo en 2020, en nuestro país se vendieron 8,4 millones de videojuegos físicos y un millón de videoconsolas
Se estima que la industria genera empleo directo de calidad para más de 9.000 personas
Este 29 de agosto se celebra el Día Mundial del Videojuego, una efeméride, que proclamaron varias revistas especializadas del sector en el año 2008, que reivindica a los videojuegos como entretenimiento, industria y como estilo de vida.
A nivel económico, el videojuego facturó 1.747 millones de euros en el pasado año en España, según los datos del último Anuario de la Asociación Española de Videojuegos (AEVI).
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Solo en 2020, se vendieron en España 8,4 millones de videojuegos físicos, un millón de videoconsolas y 4,4 millones de accesorios, como ha recopilado AEVI en un comunicado.
Según datos de Gametrack (Ipsos) para AEVI, hay cerca de 16 millones de españoles usuarios de videojuegos, con porcentajes similares entre hombres y mujeres, constituyendo los primeros un 54,1 por ciento del total de los jugadores mientras el 45,9 por ciento restante eran mujeres.
Se trata de una actividad completamente asentada en nuestra sociedad, a la que los españoles dedican una media de 7,5 horas a la semana, un incremento debido en gran parte a la pandemia del coronavirus.
Además, se estima que la industria genera empleo directo de calidad para más de 9.000 personas, con un impacto indirecto en la economía superior a los 3.577 millones de euros.
En España, el tejido de más de 450 estudios (Devuego) está basado en buena medida en pymes y micropymes sin apenas músculo financiero. A pesar de las negativas previsiones iniciales, el sector de los videojuegos creció durante la pandemia un 32% en cuanto a la facturación del año anterior, si bien este repunte fue desigual y elementos como el sector minorista no se beneficiaron del mismo modo de dicho crecimiento.
Sin embargo, el sector no ha salido indemne, ha habido una pérdida importante de la productividad y la paralización de las relaciones comerciales fruto de la cancelación de grandes eventos de la industria.