Este jueves, 17 de junio, se celebra el Día Mundial de la Desertificación y la Sequía. Varias organizaciones han querido recordar con motivo de la ocasión que el 75 % de suelo español es vulnerable de sufrir los efectos de estos fenómenos devastadores y que, si no se frena la degradación de la tierra, la amenaza puede ser mucho mayor de cara a 2050. Estas son las zonas que sufren un peligro mayor en nuestro país.
Según el Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), la actividad humana ha alterado "tres cuartas partes de la Tierra", siendo necesaria de manera "urgente" la recuperación del ecosistema degradado que también afecta a otras especies.
En España, "la sobreexplotación de acuíferos, las lluvias torrenciales, los incendios forestales y los largos periodos de sequía ponen al 74 % del territorio en riesgo de desertificación", dice para EFE el director de la Asociación Reforesta, Miguel Ángel Ortega.
Hemos pasado de ser un país subhúmedo-seco a semiárido, "y eso es un proceso inducido por el calentamiento global", añade. Tanto es así, que la Agencia Europea de Medio Ambiente sitúa a España como uno de los países de la Unión Europea con mayor riesgo de incendios, fenómeno que se agrava en situaciones de sequía y en suelos desertificados.
Uno de los problemas que agrava la desertificación es la producción de alimentos debido a la escasez de agua y los agricultores son "los que más van a sufrir esta situación", debido a que el terreno se está "degradando progresivamente", advierte el investigador del Centro de Desertificación-CIDE, Vicente Andreu.
El propio Gobierno publica en su web un “mapa de aridez” que muestra las zonas más afectadas por la desertificación en España. “Las zonas susceptibles de sufrir desertificación son las áreas áridas, semiáridas y subhúmedas secas, es decir, aquellas zonas en las que la proporción entre la precipitación anual y la evapotranspiración potencial está comprendida entre 0,05 y 0,65”, dicen desde el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación.
Por su parte, desde el Instituto Geográfico Nacional (IGN) coinciden en que el mayor riesgo desertificación en España se da en la mayor parte de la costa mediterránea y en Canarias, de nivel alto o muy alto, estando también muy afectados la Submeseta sur y el valle del Ebro.
Según la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO, por sus siglas en inglés), 2.000 millones de hectáreas de tierras antes productivas están ahora degradadas debido a la sequía y la escasez de agua.
Añade la FAO que el 44 % de las tierras de los sistemas agrícolas en el mundo se encuentran en zonas áridas, áreas en las que habita el 30 % de la población mundial, en más de 100 países.
Otra de las soluciones que plantean los expertos es la reforestación de las zonas donde es más probable que la plantación sobreviva, aunque "con el aumento de las temperaturas, es complicado replantar y que la vegetación salga adelante".
A causa del cambio climático se está observando una "mediterranización" de los climas del norte, donde las lluvias son "un 20 o un 30 % más intensas" y los periodos secos son más largos.