Los viajes turísticos al espacio podrían ser una realidad dentro de no mucho. La empresa Virgin Galactic ya tiene preparada su nave y ha puesto al alcance de todos su trayecto de 90 minutos por el cosmos por el módico precio de 250.000 dólares. También SpaceX mandará cuatro turistas en su Crew Dragon en 2021. En cuanto a viajar a Marte, suena poco probable por ahora, pero de ser posible en unos años ya sabemos qué destinos no hay que perderse en el planeta rojo.
En español, Monte Olimpo. Es el volcán más grande de Tharsis Montes (la región volcánica de Marte), así como el más grande de todos los volcanes conocidos en el sistema solar. Tiene unos 624 kilómetros de diámetro y 25 de altura. Aunque a las naves turísticas del futuro les sería más fácil aterrizar en una zona llana, hay que recalcar que en lo más alto de Olympus Mons se encuentra una depresión de unos 85 km de ancho formada por cámaras de magma que perdieron lava y colapsaron.
No se trata de un solo valle, sino de un sistema de cañones repartido a lo largo del ecuador marciano con alrededor de 4.000 km de largo. Esto supone una quinta parte de toda la distancia alrededor de Marte. “La extensión de Valles Marineris es tan larga como los Estados Unidos”, compara la NASA. En algunas regiones alcanza profundidades de hasta 7 km.
Como la Tierra, Marte tiene un Polo Norte y un Polo Sur. “Pero mientras que los casquetes polares de la Tierra consisten únicamente en hielo de agua, los casquetes polares de Marte son una combinación de hielo de agua y hielo de dióxido de carbono”, explica la NASA, que ha fotografiado la zona con su Phoenix Mars Lander.
Entre otras cosas, esta misión ha descubierto que en los polos no solo hay hielo y gases como el CO2, también podemos encontrar dunas de arena, algunas de hasta 500 km, y es uno de los enclaves donde se busca vida microbiana puesto que el suelo es rico en hielo. Además, durante el verano marciano, el sol no se pone en los polos del planeta rojo, con que los paneles solares de las naves espaciales reciben la energía que necesitan para abastecerse.
Se encuentra junto a Tharsis Montes y forma parte de Valles Marineris. También lo llaman ‘el laberinto de la noche’. Se compone de un terreno muy abrupto, agrietado. Su aspecto es tan extraño que los científicos llegaron a plantearse en un comienzo que pudiera ser artificial, es decir, que le hubieran dado forma seres extraterrestres extintos de Marte.
Alberga las conocidas por ‘ghost dunes’ o dunas fantasma, que fueron descubiertas hace tan solo dos años, en julio de 2018. Hoy en día más que dunas presentan el aspecto de pozos, pero sus curvas indican la dirección de los vientos predominantes en un clima pasado en el planeta rojo. Un destino de lo más interesante para los futuros turistas que sobrevuelen Marte.
Será claramente uno de los preferidos para los visitantes. Es, en aspecto, un lugar extraño que se ajusta a la definición de ‘marciano’. Se trata de un enorme depósito volcánico entre ocre y naranja con una superficie que, si comparamos con la Tierra, representa un 20 % de Estados Unidos. El viento o quizá las erupciones volcánicas moldearon sus formas durante millones de años.
La primera vez que el ser humano vio Medusae Fossae fue en la década de 1960 cuando la nave Mariner de la NASA sobrevoló la zona. Entre los descubrimientos más recientes sobre este enclave, un investigación publicada en ‘Journal of Geophysical Research: Planets’ concluyó que la roca en esta zona es inusualmente porosa: “Es aproximadamente dos tercios más densa que el resto de la corteza marciana”, decía. Pero realmente su formación sigue siendo un misterio para la ciencia, lo que lo hace doblemente interesante para los turistas del futuro planeta rojo.