El primer avión con combustible “vegetal” sostenible acaba de despegar del Aeropuerto de Madrid Barajas Adolfo Suárez. El objetivo es desbancar al keroseno, también llamado ‘jet fuel’, que libera múltiples gases contaminantes a la atmósfera.
El nuevo combustible se compone de residuos de aceites vegetales de la industria agroalimentaria que acaban en la basura. Es un “biocombustible” de origen sostenible, explican sus impulsores.
El primer avión en utilizar este biocombustible lleva casi un 2% mezclado con el keroseno. Cuando aumente la producción los aviones, aumentaran la proporción hasta desbancar completamente al keroseno.
En 2025 la exigencia europea es de un 2%, en 2030, de un 5%, y del 63% en 2050. Aunque Iberia se adelanta: “Es el futuro para descarbonizar el sector aéreo”, dicen desde la compañía. Todo alrededor de este avión hoy es sostenible en el aeropuerto de Barajas, donde toda la energía que necesitan los aviones cuando repostan o en la operativa diaria se trabaja ya en verde.
En el vuelo Madrid-Bilbao de Iberia hasta los coches llevan el biojet. El avión está emitiendo 4.600 kilos de CO2 de Madrid a Bilbao, pero se han ahorrado 1,4 toneladas.
A partir de este residuo oscuro que acabaría en la basura, científicos han conseguido una molécula igual al keroseno. El siguiente paso serán los biocombustibles sintéticos con CO2 capturado del aire e hidrógeno. El objetivo 2050 son los vuelos con cero emisiones netas.
El hidrógeno puro, la otra alternativa prometedora, está más lejos, ya que obligará a cambiar las flotas de los aviones y las infraestructuras en los aeropuertos.