Científicos de la Universidad de Augusta (Estados Unidos) han hecho un descubrimiento crucial para establecer si el cerebro es masculino o femenino en el momento del nacimiento. Concretamente, han encontrado 21 variantes en 19 genes involucrados en la aportación de estrógeno al cerebro, lo cual es esencial para su masculinización.
Las variantes identificadas por los investigadores pueden significar que en los varones natales (aquellos con sexo masculino de nacimiento) esta exposición al estrógeno no ocurre, o la vía se altera para que el cerebro no se masculinice. Y en las mujeres de nacimiento puede significar que la exposición al estrógeno sucede cuando no debería, llevando a la masculinización.
Así, estas variantes podrían ser clave en la creación de una incongruencia entre el género interno de una persona y su sexo externo, incongruencia que suele ir asociada a la disforia de género, o el malestar o desajuste con el sexo biológico que le ha correspondido a un sujeto.
Uno de los líderes del trabajo, Laurence C.Layman explica que esas personas "experimentan una disforia porque el género que sienten en el interior no coincide con su sexo externo". "No importa qué órganos sexuales tengas, es el estrógeno, o el andrógeno, que se convierte en estrógeno en el cerebro, lo que masculiniza el cerebro durante este período crítico", recuerda.
Aunque es pronto para afirmar de forma definitiva que las variantes genéticas en estas vías llevan a la disforia de género, los investigadores apuntan que es "interesante" que estén en vías de implicación hormonal en el cerebro y si éste se expone al estrógeno o no.