El Parque Natural de la Zona Volcánica de la Garrocha es para muchos una zona desconocida de la geografía española. Se encuentra entre los Pirineos y la Costa Brava, en la provincia de Gerona y es una de las zonas volcánicas más espectaculares de la península.
Alberga alrededor de unos 50 edificios volcánicos y fueron el lugar de algunos de los últimos episodios de vulcanismo activo de la península, junto con la zona volcánica de Calatrava, en la provincia de Ciudad Real tal y como indica ABC.
Estos volcanes se habrían formado hace más de 5,3 millones de años, a finales del Mioceno, cuando en la zona más occidental del continente europeo comenzaron a formarse una serie de fracturas que se extendieron desde el norte del continente hasta el sur de la Península Ibérica atravesando países como Alemania, Francia Suiza o República Checa.
El magma de debajo de la corteza terrestre empezó a subir aprovechando las fracturas que se formaban, creándose así los fenómenos volcánicos.
En cuestión de tiempo geológico, esta zona de La Garrocha es de las más jóvenes, las erupciones se centraron en un periodo que comenzó hace 500.000 años y que finalizó hace 11.500, a finales del Paleolítico.
Por este motivo, los volcanes se conservan en muy buen estado. Las cimas de algunos de estos volcanes han sido utilizadas para construir torres de vigía y defensa o para extraer materiales para la construcción lo que ha deteriorado algunos de ellos.
La Garrocha fue nombrada paraje natural en 1982 y en 1986 Parque Natural quedando protegido así el entorno geológico, las especies animales y las plantas de la zona.