El fuerte temporal que ha provocado la borrasca Gloria en el Mediterráneo ha dejado un balance que llevará tiempo solventar. La devastación del Levante se ha mostrado desde tierra y aire, y se han pronunciado al respecto desde el Gobierno regional hasta el programa Copernicus de la Unión Europea, que contrasta las imágenes del antes y el después en el Delta del Ebro, sumergido tras las el desbordamiento de varios ríos y las enormes olas que han golpeado Cataluña. La organización SEO/Birdlife ha puesto de manifiesto que el desastre no es sólo culpa de la meteorología, también de la falta de prevención.
Las playas y arrozales del Delta del Ebro se inundaron la semana pasada echando a perder la biodiversidad y los cultivos. El daño a la base de los ecosistemas en la región se ha traducido a su vez en la muerte de decenas de ejemplares de atún rojo, entre otros.
Es evidente que las lluvias y el fuerte oleaje que golpearon la costa catalana han dado lugar a esta situación de emergencia que ha puesto en jaque a las localidades de Deltebre, L’Ampolla y Sant Jaume d’Enveja, pero no es lo único.
El curso del Ebro se ve desde hace décadas tremendamente explotado por los regadíos y embalses, que reducen su caudal y ralentizan el agua que llega a su desembocadura. Sin embargo, el mayor daño se da por la falta de sedimentos que solía transportar el río, y que ahora quedan atrapados en los pantanos.
Por supuesto la subida del nivel del mar y el exceso de energía retenida en el Mediterráneo no ayudan. Cuando una depresión queda aislada sobre esta zona, lo cual es más probable en otoño que en invierno, las condiciones actuales, con una superficie más calentada de lo que debería, contribuyen a agravar las inundaciones costeras, como también lo hacen las especies invasoras que alteran el suelo.
SEO/BIrdlife advierte de que el Delta del Ebro podría desaparecer de aquí a unos años si la prevención no mejora. El factor más fundamental a atacar en primer lugar es, para la organización, hacer que los sedimentos lleguen al Delta.
El ETI (Esquema de Temas Importantes), que la Confederación Hidrográfica del Ebro somete a consulta pública por un periodo mínimo de seis meses, será la última oportunidad para que las administraciones "apuesten por un transición ecológica justa en materia de aguas", ha señalado la directora ejecutiva de la organización, Asunción Ruiz, informa Europa Press.