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Los datos del año pasado parecían insuperables, pero la deforestación en la Amazonia en el 2020 es hasta ahora un 9,5 por ciento más que en 2019. Es la mayor destrucción en 12 años, lo cual se traduce en una pérdida de 11.088 kilómetros cuadrados, según el Instituto Nacional de Investigaciones Espaciales (INPE) de Brasil.
La Amazonia es la selva tropical más grande del mundo y el lugar con más biodiversidad. Pero es frágil bajo el mandato de Jair Bolsonaro. El presidente brasileño ha puesto en duda en repetidas ocasiones las estadísticas sobre deforestación, pero los datos satelitales se reafirman.
El vicepresidente brasileño, Hamilton Mourao, en su condición de jefe del Consejo Nacional de la Amazonía, reconoció ante los periodistas que no hay motivos para “celebrar nada”, pero señaló que los datos muestran que el “esfuerzo” del Ejecutivo “está dando sus frutos”, informa la agencia de noticias.
Sin embargo, la oposición a las políticas medioambientales de su gobierno va ganando peso. Ecologistas, importantes fondos de inversión, grandes empresas y algunos gobiernos europeos las critican duramente desde el año pasado, cuando las cifras de la deforestación e incendios provocados ya fueron desorbitadas.
El líder ultraderechista, por su parte, defiende la explotación de los recursos naturales de la Amazonia, incluso en reservas indígenas.
La organización ecologista WWF (Fondo Mundial para la Naturaleza) estima que el 27 por ciento, más de una cuarta parte, del bioma del Amazonas estará sin árboles para 2030 si continúa la tasa actual de deforestación. Todo ello, recordemos, a pesar de que Brasil se comprometió en el Acuerdo de País a dejar en cero la deforestación para 2030.
Paradójicamente, en mayo de este año, el Gobierno lanzó la operación “Verde Brasil II”, coordinada por las Fuerzas Armadas para perseguir los crímenes medioambientales en la Amazonia.
Unos 3.400 soldados del Ejército participan en el operativo que el Ejecutivo ha prolongado hasta abril de 2021, aunque ello no se ha traducido en un descenso drástico de los índices de destrucción.
Por si fuera poco, la temporada de incendios supera incluso la de 2019, cuando imágenes trágicas de animales escapando del fuego se hicieron virales en el mundo entero. Se contabilizan, según EFE, 99.586 focos, más que los 89.176 de todo 2019.