Las dolencias van cambiando con el tiempo y sin duda el uso (intensivo) de las nuevas tecnologías ha supuesto la aparición de nuevas enfermedades. Por ejemplo, el uso contante del teclado y el ratón del ordenador se ha convertido en detonante de lesiones de distinto tipo en la muñeca. También los móviles comienzan a provocar problemas de salud en quienes los utilizan, y uno de ellos es el llamado cuello de WhatsApp. ¿Qué es el cuello de WhatsApp y cómo evitarlo?
El cuello de WhatsApp es una de esas dolencias del siglo XXI que se asocian al uso excesivo del móvil. No es la única en su especie: existen otras como el síndrome del ojo seco o el del pulgar atascado. Consiste en un dolor en la zona cervical que puede aparecer cuando pasamos más de dos horas al día utilizando nuestro terminal.
El motivo de este dolor es lógico: cuando pasamos demasiado tiempo en una postura que no resulta natural para nuestro cuerpo, es normal que las articulaciones y la musculatura se resientan. Debemos hacer un esfuerzo constante que, a veces, se vuelve invisible, para poder mantener estas posturas durante largo tiempo. A ello se suma el hecho de que, cuando reducimos la movilidad de nuestro cuello por mantenerlo muchas horas al día en la misma postura, la musculatura se debilita, generándose un círculo vicioso que debemos romper.
Por si esto fuera poco, el esfuerzo que realizamos para mantener la cabeza inclinada durante periodos prolongados de tiempo, y que obliga a los músculos del cuello, los ligamentos y los tendones a esforzarse, puede ser causa de degeneración prematura de la columna vertebral.
Así, las patologías que pueden desarrollarse debido a esta mala postura consisten en compresión de los nervios tendinosos, túnel carpiano, síndrome del túnel cubital, dolor crónico de cuello (espondilitis cervical), lesiones en los músculos de las manos y tenosinovitis, una inflamación del músculo del pulgar.
En cuanto a cómo evitar el cuello de WhatsApp, lo mejor es hacer un uso responsable de estos dispositivos y hacer ejercicio de forma regular, descansando de rato en rato cuando estemos obligados a utilizar las distintas aplicaciones de nuestro móvil. Sobre todo, fortalecer la musculatura de nuestro cuello y espalda puede ser de gran ayuda, manteniendo su flexibilidad y salud.
Otras enfermedades asociadas al uso del móvil con las que debemos tener cuidado son el pulgar atascado o el síndrome del ojo seco. En el primer caso, se trata de una dolencia que ocurre cuando las articulaciones del pulgar permanecen demasiado tiempo colocadas hacia la cara interna de la mano (un gesto típico al escribir con el móvil).
Del mismo modo, atender a la pantalla de forma constante (no solo la del móvil), unido a la polución y a la iluminación y climatización artificial de los espacios cerrados, puede provocar problemas de visión como una alteración en la producción de lágrimas. La consecuencia es una mayor tendencia a la irritación ocular, con picores y sequedad. Para evitarlo, lo mejor es reducir nuestra exposición a este tipo de elementos y hacer descansos cada cierto tiempo. Además, conviene no acercar demasiado la vista a cualquier tipo de pantalla y, aunque pueda parecer obvio, no olvidarnos de parpadear con frecuencia: cuando nos exponemos a una pantalla tendemos a hacerlo menos.