Un equipo de investigadores de Reino Unido y Estados Unidos ha conseguido crear una combinación de enzimas que puede digerir el plástico seis veces más rápido, según se publica en la revista 'Proceedings of the National Academy of Sciences'. Los investigadores, que son los mismos que rediseñaron la enzima PETasa, que se alimenta de plástico, han mezclado una segunda enzima, llamada MHETasa, que habita en la basura y se alimenta de botellas de plástico.
La PETasa descompone el tereftalato de polietileno (PET) en sus componentes básicos, lo que permite que el plástico se pueda reciclar de manera infinita y reducir la contaminación producida a consecuencia de su producción. El PET es el termoplástico (plástico que se puede fundir a altas temperaturas) más común que se utiliza para fabricar botellas de bebidas de un solo uso y tarda cientos de años en desgradarse. La PETasa acorta este tiempo a días.
Esto podría suponer un gran salto en la búsqueda de una solución al problema de la basura de plásticos: al poder reutilizarlo una y otra vez de manera más rápida, se reduce la dependencia de los combustibles fósiles que provocan el calentamiento global.
John McGeehan, director del Centro de Innovación Enzimática de la Universidad de Portsmouth, en Inglaterra, codirigió el equipo junto a Gregg Beckam, investigador principal del Laboratorio Nacional de Energía Renovable (NREL) de Estados Unidos. "Nuestros primeros experimentos demostraron que de hecho funcionaban mejor juntos, así que decidimos intentar vincularlos físicamente, como dos Pac-men unidos por un trozo de cuerda", señaló McGeehan, añadiendo que "nos encantó ver que nuestra nueva enzima quimérica es hasta tres veces más rápida que las enzimas separadas que evolucionan naturalmente, lo que abre nuevas vías para más mejoras".
La contaminación plástica es uno de los problemas ambientales más urgentes. Un informe reciente de 'The Pew Charitable Trusts' proyectó que el volumen de plástico que ingresa al océano podría casi triplicarse a 29 millones de toneladas métricas por año para 2040, el equivalente a 50 kilogramos por cada metro de la costa del planeta. También dijo que no había "una solución única", pero que "una estrategia de reciclaje ambiciosa" podría reducir entre un 31% y un 45% de la contaminación plástica.
En abril, la firma francesa Carbios anunció la publicación de un estudio sobre su propia enzima que come PET, que se probará en una planta de demostración cerca de la ciudad de Lyon en 2021, según un comunicado de prensa de la compañía.
Otras posibles soluciones incluyen el diminuto gusano de cera, que puede masticar plástico, incluso polietileno, un plástico común y no biodegradable que actualmente obstruye los vertederos y los mares, gracias a sus bacterias intestinales.