Científicos crean un sensor portátil que monitoriza la salud a través de las lágrimas

  • Este dispositivo proporciona datos médicos de manera rápida y continua

  • También medica según sea necesario por medio de una microaguja

  • El sensor ha sido desarrollado por la Universidad Pública de Pensilvania (EEUU)

Investigadores de la Penn State University, en Pensilvania (EEUU), han desarrollado un sensor portátil que puede proporcionar datos médicos en tiempo real sobre enfermedades oculares o bucales al monitorizar la saliva o las lágrimas de una persona.

Huanyu Cheng, profesor de la Universidad de Penn State, indica que este dispositivo, que emplea tecnología de micro y nanoescala, podría revolucionar potencialmente el control y el tratamiento de ciertas condiciones de salud.

Pequeños sensores portátiles colocados cerca de los conductos nasolagrimales o la boca pueden monitorear el estado de un paciente de manera "rápida y continua", lo que excluye la necesidad de esperar los resultados de laboratorio, con los datos visibles en un teléfono inteligente o en un monitor médico en tiempo real.

Según Cheng, el dispositivo puede monitorear la progresión de todo, desde úlceras hasta cánceres orales, así como infecciones oculares como la queratitis, a través del análisis continuo de "sustancias pequeñas y grandes de biofluidos".

El dispositivo supuestamente no sólo recopila datos sobre los pacientes, sino que también los medica según sea necesario por medio de una microaguja desplegada a través de la piel del ojo o de la boca. "A través de puertos de nano a microacero en el dispositivo, podemos sondear la célula para administrar medicamentos moleculares para el tratamiento en un proceso muy eficiente a nivel celular”, apunta Cheng.

También afirma que el dispositivo puede permitir el acceso a la información genética y de codificación en la célula, posiblemente allanando el camino para tipos de medicamentos mucho más específicos de lo que es posible en la actualidad.

En caso de que la tecnología de sonido distópico aún no haya hecho sonar las alarmas, los investigadores están en conversaciones con el gigante tecnológico Amazon y los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos para discutir la fabricación a gran escala y el despliegue de lo que el científico apunta que es una tecnología madura.